«Os ladróns entraron por aquí»

Marcos Gago Otero
marcos gago MARÍN / LA VOZ

PONTEVEDRA

RAMON LEIRO

Los vecinos del Camiño Vello de Seixo reparan las cinco cercas que varias personas perforaron para llegar a la trasera de un súper para robar dentro

28 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Muchos vecinos del Camiño Vello, en Seixo, aún no se explican el extraño robo de la semana pasada cuando unos ladrones practicaron cinco huecos en los cierres de otras tantas fincas contiguas para acceder a la parte trasera del supermercado Camar y robar en su interior. Los delincuentes -en plural porque los vecinos creen que el suceso no pudo ser de un solo autor- entraron por la finca de la esquina de la manzana que da a la carretera de A Brea y siguieron avanzando hacia la otra parte de la calle rompiendo los cierres uno tras otro.

Cuando llegaron a la propiedad de Raimundo Calviño, los ladrones se encontraron con la ropa tendida que su mujer había dejado a secar durante la noche.

A las siete y media de la mañana, cuando su mujer se levantó para recogerla, porque tenían que ir a llevar a unos familiares al aeropuerto, «a roupa non estaba e a miña muller veu que había un suxeitador colgando dunha viña, que debeulles quedar atrás aos ladróns», precisó este afectado. Cuando llegaron al establecimiento comercial sustrajeron botellas y cajas de ginebra, whisky y ron de las estanterías y del almacén.

La ropa consistía sobre todo en pantalones, hasta seis estima Calviño que se llevaron los desconocidos como botín junto con toallas de playa y otras prendas.

Este vecino, ayer, junto a la cerca del párking, señalaba el último cierre que queda por reparar. «Entraron por aquí». Explicó que los delincuentes hicieron unos agujeros sencillos, aprovechando las características de las verjas. Un trabajo limpio y rápido de pocos minutos para poder acceder a la siguiente parcela. Él es de la opinión de que los ladrones habían estado antes en el súper y se habían fijado en la disposición de la calle y las viviendas.

No entraron por O Camiño Vello directamente porque es una calle más iluminada y da a más bloques de viviendas. Buscaron un punto donde poder estar a la sombra de las viñas y alejados de cualquier viandante.

Calviño apuntó, asimismo, que los desconocidos no se dieron cuenta de que la cancela que da al lado del súper estaba abierta esa noche y, como no lo sabían, abrieron otro boquete en otra cerca. Después, con una cizaña, rompieron el candado del párking del súper y, en cosa de diez minutos, según el cálculo de este afectado, cargaron todo en un coche y se fueron. Fueron sigilosos. No ladró ni un perro.