Sanidade remarca que Ambulancias BDM carece de la pertinente autorización sanitaria

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

La conselleira Rocío Mosquera sostiene que lo sucedido no entra dentro de sus competencias y alude a la «vía fiscal»

21 ago 2014 . Actualizado a las 12:41 h.

«Desde logo, a autorización sanitaria non a teñen». Rocío Mosquera, conselleira de Sanidade, se mostró ayer contundente en Ferrol a la hora de referirse a Ambulancias BDM, la empresa asentada en Soutomaior que vio como hace unos días la Policía Local de Pontevedra le inmovilizaba dos vehículos por toda clase de supuestas anomalías e irregularidades.

Añadió, en este sentido, que se trata de una firma «privada» que «non traballa connosco, nin co 061, nin co Servizo Galego de Saúde (Sergas) dende hai moitos anos».

Estas palabras contradicen la web con la que la propia firma se publicita en Internet, en la que, en distintos apartados, refiere que realiza «servicios de apoyo al 061» o que su principal aval son los cuatro años que, al parecer, lleva «trabajando para distintas compañías aseguradoras de salud como Adeslas, Sanitas, Asisa, Aegon Mutuas de trabajo, 061...».

La conselleira Rocío Mosquera, asimismo, refirió, en un acto celebrado en Ferrol, que, «si non ten nin a autorización de Tráfico, nin a autorización sanitaria é un delito fiscal, ten que ir pola vía que ten que ir, pola vía fiscal e non pola vía sanitaria». Desde la consellería, consultados posteriormente por La Voz, no aclararon a que se refería la titular sanitaria cuando aludió a la «vía fiscal».

En cualquier caso, Rocío Mosquera concluyó su referencia al incidente en Pontevedra, precisando que, en todo caso, «non temos ningunha opinión ao respecto do tema porque entendemos que non é da nosa competencia», dijo.

En cualquier caso, la Policía Local de Pontevedra, una vez concluidas las diligencias iniciales, formuló cinco denuncias referidas a cada una de las dos ambulancias inmovilizadas dentro del termino municipal, cuatro fueron remitidas a la Administración de Transportes y la quinta a la Consellería de Sanidade para que resolviesen en consecuencia. La propuesta de sanción que realiza la Jefatura municipal asciende a un total de 30.000 euros.