Pontevedra se embarca en un viaje en el tiempo de 2.700 años

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CEDIDA

La excavación del Castro das Croas busca ahondar en las raíces de la villa

21 ago 2014 . Actualizado a las 12:51 h.

Una intensa actividad se vive desde ayer en el idílico paraje del Castro das Croas, en la parroquia pontevedresa de Salcedo. Más de veinte años después de los últimos trabajos arqueológicos en la zona, han vuelto a abrirse zanjas que permitirán a los estudiosos hacer un viaje en el tiempo de nada menos que de 2.700 años, edad estimada de un yacimiento cuyo análisis puede aportar datos muy valiosos a la historia del municipio o al menos a los asentamientos humanos que dieron origen a Pontevedra.

Los trabajos, impulsados por el Concello de Pontevedra con la colaboración de la comunidad de montes de Salcedo y la asociación vecinal Héroes do Campo da Porta, están dirigidos por el arqueólogo Eduardo Méndez y retoman la investigación que en los años 90 llevó a cabo Antonio de la Peña. «Entón documentouse unha muralla moi ben feita, de características monumentais, e escavouse de maneira parcial unha vivenda -explica el director de la excavación a través de la web municipal de Patrimonio Histórico http://tesourosdotempo.pontevedra.eu-. Agora imos continuar un pouco a escavación de Antonio de la Peña para ver como é a muralla, limpala e deixala á vista. Seguiremos escavando ata a súa totalidade para ver o que hai nela, pois o material actual fálanos dunha fase antiga dos castros, de máis de 2.600 anos, que é unha etapa tremendamente interesante».

Lo que haría único a este paraje pontevedrés son dos cuestiones. Por un lado, su antigüedad. Con una extensión aproximada de una hectárea, As Croas sería anterior a otros de mayores dimensiones, como el de Santa Tecla o el de San Cibrán de Laxe.

Y, por otro lado, la posibilidad de confirmar lo que en los años 90 se apuntó como una posibilidad: que existen los restos de lo que fue una vivienda en construcción, que nunca llegó a ser habitada pues los trabajos, 2.700 años atrás, fueron abandonados antes de llegar a su finalización. «Isto é unha circunstancia única no conxunto de Galicia», insiste Eduardo Méndez. Para ello, los trabajos se trasladarán en los próximos días hacia la parte alta del monte, donde se localizaron en su día estos restos.

Se confirme o no esta teoría el objetivo del proyecto emprendido por el área de Patrimonio Histórico municipal, que coordina Luis Bará (BNG), es poner en valor el castro y facilitar que en el futuro pueda ser visitable.