El Concello saca a contratación por 261.000 euros el nuevo vestuario para los agentes municipales. Se comprarán 3.330 prendas en cuatro años
21 ago 2014 . Actualizado a las 12:37 h.Sucede en cualquier casa. De vez en cuando hay que ir «jubilando» prendas por su exceso de uso y ir sustituyéndolas por otras nuevas. Lo que no se suele hacer es cambiar todo el armario prácticamente de golpe. Pero eso es lo que va a vivir la Policía Local de Pontevedra en los próximos meses. El Concello destinará algo más de 261.000 euros a la renovación completa del vestuario de los 111 agentes locales. Se adquirirán prendas que llenarán el armario de la comandancia para los próximos cuatro años.
El concurso ya está en marcha y ayer mismo salió publicada su convocatoria en el Boletín Oficial de Pontevedra. Las empresas que quieran optar al contrato -que puede ser en su totalidad o en parte-, tienen ahora que presentar ofertas.
El pliego de condiciones incluye hasta doce prendas diferentes: polo de manga larga y corta, camiseta térmica de cuello alto y de manga corta, jersey, anorak, cazadora de invierno, cazadora de verano, pantalón de verano, pantalón de invierno, pantalón de motorista y gorra. En total, se compararán 3.330 prendas para los 111 agentes que forman la plantilla de la Policía Local. Lo más caro serán los anoraks, a razón de 215 euros por pieza; lo más barato, las camisetas térmicas de manga corta, de apenas 1 7 euros cada una.
Según la previsión hace el Concello, lo que más se gasta son los pantalones de motoristas (83 euros por prenda), ya que se contemplan ocho entregas a lo largo de los cuatro años de vigencia del contrato. Asimismo, se facilitarán dos gorras por agente en este mismo tiempo, lo que supone un gasto de 44 euros por cada miembros de la plantilla (22 por gorra).
El pliego especifica las características de cada prenda y los distintivos que han de lucir, especificando al milímetro hasta el más mínimo detalle. La razón es que los uniformes de la Policía Local están regulados por ley, y no pueden salirse de la normativa vigente. O sea, que de seguir los dictados de la moda, nada de nada.