Una manifestación recordará a Sonia Iglesias en el cuarto año de su desaparición

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

La marcha partirá el viernes noche de A Ferrería y recorrerá parte del centro

21 ago 2014 . Actualizado a las 12:54 h.

A la espera de que la titular del Juzgado de Instrucción número tres de Pontevedra se pronuncie en relación con los recursos de reforma interpuestos contra su decisión de archivar provisionalmente el caso Sonia Iglesias, la familia de la desaparecida oficializó ayer la convocatoria de una manifestación para que lo ocurrido a la pontevedresa no quede en el olvido. Bajo el lema Cuatro años sin Sonia, la marcha partirá este viernes noche -21.30 horas- de la plaza de A Ferrería y discurrirá por algunas céntricas calles, caso de Joaquín Costa, Blanco Porto o Benito Corbal, hasta finalmente desembocar en la plaza de A Peregrina.

En este sentido, los convocantes subrayaron ayer que «la familia, los amigos y los compañeros de trabajo de Sonia Iglesias Eirín llaman a todos los ciudadanos que lo deseen a participar en la manifestación». La movilización se desarrollará apenas cuatro días después de cumplirse el cuarto aniversario de la desaparición de la pontevedresa.

A Sonia se le perdió el rastro en la mañana del 18 de agosto del 2010. Aquel miércoles, la pontevedresa y su compañero sentimental, Julio Araújo, desayunaron en una cafetería ubicada en las inmediaciones del domicilio familiar de Campo da Torre.

Se ha comprobado que, acto seguido, se desplazaron en coche hasta una zapatería de Arzobispo Malvar, donde la pontevedresa dejó a arreglar calzado. Es a partir de este punto donde se le pierde el rastro.

Tanto la Fiscalía como la familia de Sonia han dirigido sus sospechas hacia la figura de Araújo, quien, por otro lado, ha permanecido estos dos últimos años imputado en una causa judicial abierta por detención ilegal. Sostienen que, a lo largo de los distintos interrogatorios, ha incurrido en una serie de contradicciones relativas, principalmente, al instante en que vio por última vez a su pareja y madre de su hijo.

Así, las fuentes consultadas precisaron que, mientras en alguna ocasión aludió a que la joven había abandonado el coche porque les sorprendió un atasco, en otra habría mantenido que otro turismo les cerró el paso. En ambos casos, y siempre según sus palabras, Sonia se bajó voluntariamente del automóvil para realizar unos recados antes de comenzar su jornada laboral.

Otro aspecto que levanta suspicacias entre los investigadores es que existan testigos que sostengan que la pontevedresa les había confesado que pensaba separarse de Julio y que este niegue tener conocimiento alguno de que existiese esta posibilidad.