Un fuego, el segundo en poco más de un año, obliga a cerrar temporalmente una pulpería

L. P. PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

P.CHAPELA

Las llamas se iniciaron en la campana extractora poco antes de la hora de la comida y se extendieron por la cocina

15 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La pulpería Ruzo, ubicada en el casco histórico de Pontevedra, tuvo que cerrar temporalmente como consecuencia de un incendio, el segundo que se produce en poco más de un año en este local. El anterior fuego había tenido lugar el 23 de junio del 2013 al arder una freidora de la cocina.

Por su parte, ayer, las llamas se iniciaron en la campana extractora minutos antes de la una de la tarde y se extendieron por la cocina. Bomberos y policías locales precisaron que la zona interior de la chimenea se vio afectada, de tal modo que el tiro se atascó generando una gran cantidad de humo: «Aunque también había carga de fuego, no fue complicado», precisaron las fuentes consultadas.

Añadieron que, en un primer momento, el propio personal del establecimiento intentó sofocar el incendio, pero se vieron sobrepasados por su intensidad. Esta circunstancia los obligó a desalojar el local, en un momento en el que, a diferencia de lo ocurrido en junio del pasado año, aún no había abierto sus puertas. De hecho, en el anterior incidente, no solo tres empleados requirieron asistencia sanitaria por inhalación de humo -no precisaron ser trasladados a un centro médico pontevedrés-, sino que varios clientes tuvieron que abandonar la pulpería sin que se registrasen mayores incidentes.

Mientras agentes de la Policía Local procedían a cortar el entorno de restaurante para garantizar la seguridad de los viandantes y posibilitar que los bomberos llevasen a cabo las labores de extinción con normalidad, el personal del servicio contraincendios procedió a sofocar las llamas. Aunque la extinción del fuego fue relativamente sencilla, los bomberos tuvieron que estar más de una hora para ventilar el interior del negocio y verificar que estaba convenientemente sofocado.

Al cierre de esta edición, no había trascendido el alcance definitivo de los daños que había ocasionado el fuego, ni el perjuicio económico que generó.