La sentencia de los rellenos deja en el aire 400 trabajos en Marín

Marcos Gago Otero
marcos gago MARÍN / LA VOZ

PONTEVEDRA

Los rellenos ilegales del puerto ocupan una superficie de 300.000 metros cuadrados.
Los rellenos ilegales del puerto ocupan una superficie de 300.000 metros cuadrados. ramón leiro< / span>

La demolición privaría al puerto de dos naves y de la terminal de contenedores

26 jul 2014 . Actualizado a las 15:19 h.

La sentencia del Supremo que ratifica la ilegalidad de los rellenos del puerto de Marín tiene una fuerte repercusión en el ámbito laboral e industrial de la comarca causando, en caso de llevarse a cabo, la pérdida de 400 puestos de trabajo directos, sin contar con los indirectos y el hachazo definitivo tanto a los tráficos marítimos como a los proyectos de captación de nuevas mercancías para Marín.

La resolución judicial reitera la ilegalidad de 300.000 metros cuadrados de rellenos realizados a principios de este siglo en la ahora desaparecida lámina de agua frente a Estribela. En este ámbito se ubica el frigorífico Cabomar -antigua Tradepana-, con el que la plataforma de Os Praceres libra otra batalla en los tribunales en relación con su licencia y que ya se ha traducido en varias sentencias a favor de los vecinos. Está pendiente el fallo de otro contencioso sobre esta nave y cuyo resultado se espera para después del verano.

Asimismo, sobre los rellenos de la sentencia del Supremo se encuentra también la nave de Gonvarri, empresa auxiliar del sector siderúrgico y que es responsable del atraque de numerosos barcos con este tipo de productos para la industria del automóvil.

Cuando Gonvarri se instaló en Marín, al igual que Cabomar, ya lo hizo en estos terrenos de nuevos rellenos. Un caso diferente lo ofrece Pérez Torres Marítima, que trasladó su terminal de contenedores que hace una década se encontraba en los terrenos situados frente a la Alameda marinense.

Sin tren, atraques y calados

Los rellenos y la construcción de una línea de atraque con mayor longitud -796 metros en cinco secciones- y unos calados más importantes -varían de 8 a 14 en este área- fueron los factores decisivos para que la consignataria accediese a su traslado desde el antiguo muelle comercial hasta la terminal que ocupa en la actualidad. Además, este cambio de ubicación hizo posible la cesión de amplias superficies de terreno portuario, que quedaron entonces libres para el Concello de Marín, que las habilitó como párking.

Si el puerto pierde la terminal de contenedores se quedaría sin una de sus bazas estratégicas de mayor proyección futura, porque la ampliación del Canal de Panamá permitirá un flujo más grande de grandes portacontenedores interoceánicos entre América, Asia y Europa, lo que exigirá de las radas más calados y mayores atraques. En la anterior ubicación, esta medida sería imposible.

Además, el derribo de los rellenos dañará el tráfico de cereales, que se hace por ferrocarril, ya que la línea férrea también tendría que levantarse.