«Costó más recuperar la marca Clesa a nivel cliente que de consumidor»

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

FIRMAS

P.CHAPELA

Hace dos años esta sociedad cooperativa compraba la planta de Caldas de Reis

19 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Pablo Gómez (Pontevedra, 1978) es la cara visible de Acolact. La agrupación de cooperativas lácteas que hace hoy justo dos años se hacía con el control de la planta de Clesa en Caldas de Reis. Pese a que la fábrica ubicada en Saiar fue reflotada en tiempo récord, la coyuntura económica hace que la recuperación de la plantilla vaya más lenta de lo esperado.

-¿Qué balance hace de estos veinticuatro meses?

-El balance es positivo porque vamos creciendo de acuerdo al plan de negocio diseñado. Por dar algunos datos, en julio del 2012 la planta de Caldas fabricaba mensualmente 200 toneladas de yogures. Hoy son 2.000 toneladas al mes. Esperamos cerrar el 2014 siendo la tercera empresa nacional en volumen de actividad, rozando los 200 millones de yogures anuales.

-Clesa llegó a tener 160 trabajadores en sus buenos tiempos. ¿Será posible recuperar esa cifra?

-En paralelo al crecimiento de la fabricación hemos duplicado la plantilla. La cogimos con 30 trabajadores y hoy son 65 personas entre fijas y eventuales, y sin contar el empleo indirecto vinculado a la distribución.

-¿La hoja de ruta va según lo esperado o pesa la coyuntura económica?

-Hay que diferenciar dos etapas. El primer año estuvo centrado en la puesta en marcha y en la puesta a punto de las instalaciones para ganar en eficiencia y poder competir en exigencia industrial y diseño del producto. Y un segundo año centrado en el desarrollo de la marca Clesa y los proyectos de innovación. Hay que decir que costó más recuperar la marca a nivel de cliente (distribución) que de consumidor.

-Calidad e innovación son las señas de identidad de Clesa. ¿En qué se plasma esa innovación?

-En estos dos años hemos ampliado el catálogo de productos en un 40 %, creando once nuevas referencias. Las líneas de innovación se dirigieron a completar aquellos productos que no teníamos, como los bífidus o la cuajada en postres, y a centrarnos en dos aspectos: los étnicos, el yogur griego, sin grasa y con proteínas que casi no había en el mercado, y nuestra línea estrella, el crema bombón, ampliada con el dulce de leche y el capuccino.

-¿Cómo se afronta el 2015? ¿Hay algún proyecto en cartera?

-El camino es el mismo y pasa por la calidad y la innovación, partiendo de una leche 100 % gallega, con sello de calidad y de base cooperativa.

-Ya que habla de cooperativas, en este tiempo se produjo un cambio en uno de los diez socios...

-Sí, Xuncoga se dividió en dos y traspasó su parte accionarial a sus dos cooperativas, O Rodo y Cobideza. Es el cambio que hubo.

-¿Se prevé alguna ampliación de plantilla en el 2015?

-Todo va a depender del crecimiento. Seguiremos creciendo, pero ya no de forma tan exponencial como hasta ahora. Si se cumplen las previsiones hará falta más gente, pero no puedo precisar cuánta ni cuándo.

-¿Cómo está la planta de Caldas en cuanto a instalaciones?

-Desde el 2012 hubo una inversión continua y este año rondará los 900.000 euros en mejora tecnológica para mejorar a su vez en los procesos de fabricación y el producto final.