El Concello ya se ha puesto en contacto con un intermediario para adquirir los moluscos necesarios para este fin de semana
08 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Aunque las capturas no fueron todo lo abundantes que cabría esperar después del tiempo en que los bancos marisqueros han permanecido cerrados, el alcalde de Poio, Luciano Sobral (BNG), aseguró ayer que la celebración de la Festa da Ameixa de Campelo este fin de semana «está garantizada». De hecho, el concejal de Turismo, Xosé Luís Martínez, tiene previsto comparecer hoy para dar cuenta de todos los detalles de una cita gastronómica que, el 12 y 13 de julio, alcanzará su edición número veintisiete.
A este respecto, el regidor municipal subrayó que «está todo listo» y que se han puesto en contacto con un intermediario para adquirir las almejas que serán comercializadas en la carpa que habitualmente se habilita en la plaza de A Granxa. En principio, y si no se produce ningún cambio en los próximos días, la intención es ofertar una cifra similar a la del año pasado en el que, como siempre, la almeja babosa fue la estrella.
No hay que olvidar que esta fiesta nació con el objetivo de promocionar este bivalvo, para lo cual se suele presentar de tres maneras: a la marinera -la variedad más demandada-, con fideos -la preferida por los más pequeños- y con habas. Lo que está aún por concretar es si se mantendrán los precios de pasadas ediciones, lo que conllevaría que por sexto año consecutivo el Concello de Poio optaría por no incrementar el coste de las raciones.
Ayer, la lonja de Campelo consigno más de media tonelada de este molusco, una cifra que aún se considera reducida. No obstante, el sector espera que esta situación mejore en los próximos días, en los que anhelan que no se produzca un cierre de los bancos del fondo de la ría. Así, precisaron que este lunes únicamente faenaron los de a flote, por lo que prevén que los registros se incrementen considerablemente cuando salgan las mariscadoras de a pie. En este marco, al cierre de esta edición, el Intecmar mantenía abierta al marisqueo la totalidad de la ría de Pontevedra, con lo que el sector respiró con cierto alivio.