Quintáns espera 9 años a que se decida su futuro

Marcos Gago Otero
marcos gago SANXENXO / LA VOZ

PONTEVEDRA

Diputación y Concello retoman la búsqueda de un proyecto que sirva para dar un uso público al edificio noble

27 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Construido a principios del siglo XVII, si no antes, el pazo de Quintáns, del que se tiene constancia documental desde 1621, duerme en el limbo de las decisiones administrativas desde el 2006, año en que fue comprado por el Concello de Sanxenxo por 1,2 millones de euros. El desembolso es elevado, pero el simbolismo de este inmueble, uno de los más antiguos de Sanxenxo y emplazado en una finca de cerca de diez mil metros cuadrados en Noalla, reúne un atractivo difícil de valorar. Pese a los distintos proyectos previstos para el inmueble, nueve años después de su compra por una Administración pública aún no se ha materializado su puesta en valor y el pazo sigue siendo víctima del deterioro por el transcurso del tiempo.

El Concello compró este inmueble en el 2006 como uno de los grandes proyectos de promoción cultural y del patrimonio del municipio. No en vano, Sanxenxo dispone de espacios naturales privilegiados y algunos lugares, como la ermita de A Lanzada, forman parte del imaginario colectivo de la provincia.

Sobre Quintáns se sopesó la posibilidad de destinarlo a museo de la sal, una institución etnográfica que descubriese a los visitantes y a los turistas la importancia de las antiguas salinas y su actividad económica y cultural. Es una idea recurrente, que ha vuelto a ser expuesta de vez en cuando por distintos grupos políticos, pero que no se ha concretado aún en un programa.

Después se valoró la opción de transformarla en una escuela de hostelería. Fue uno de los anuncios que realizaron en el 2010 la alcaldesa, la popular Catalina González, y el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, que visitaron el edificio y la finca con un grupo de hosteleros. Para hacer realidad esta iniciativa sería necesario un convenio y varios pasos más que parecía que iban a darse en firme cuando en el 2012 el gobierno local propuso su cesión a la Diputación durante veinte años.

Para Quintáns también se habló de reconvertirlo en pousada y propios y extraños han apuntado otras ideas sobre el destino que se podría dar al inmueble. Pero por ahora, no hay nada definitivo más allá de las intenciones.

Precisamente por estas razones, el PSOE de Sanxenxo incluyó el futuro del pazo de Quintáns como su prioridad número uno en un amplio informe de reclamaciones de obras entregado este mes a la Diputación y que no ha recibido respuesta.

Sí ha trascendido, por otra parte, que la Diputación ha retomado el proyecto de aprovechar Quintáns y que está a la espera de cerrar un acuerdo con la alcaldesa para poder firmar un convenio que garantice que el pazo tenga un uso y pueda preservarse para las generaciones futuras de sanxenxinos.