Orgullosos de Pepe Solla

La Voz

FIRMAS

20 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Una generación de cocineros gallegos está viviendo una etapa de reconocimientos que trascienden hasta ser noticia nacional. Esa oleada de galardones y menciones se encarna de manera especial en Pepe Solla. Para mí, en realidad, el actual responsable del restaurante familiar asentado en San Salvador de Poio es Pepe Solla junior ya que como otros tantos pontevedreses, ya había conocido y celebrado la cocina de su padre, Pepe y su madre, Amelia.

El relevo fue un reto difícil, máxime cuando se trataba de un establecimiento reconocido por una cocina tradicional que, de repente, Pepe Solla junior decidió matizar y recrear con nuevas técnicas tanto en el concepto como en la presentación de platos remozados basados en viejas recetas. El tránsito no resultó sencillo pero el resultado bien ha merecido la pena.

Esta semana le concedieron el galardón Chef Milesime, como único cocinero gallego reconocido por su trayectoria gastronómica, por la recuperación de sabores y por su trascendencia local como personaje influyente. Sin duda, Pepe Solla es un motivo de orgullo para todos.

En el grupo Nove

Hace más de una década que se integró en el Grupo Nove, que entonces eran nueve chefs gallegos que reivindicaban una cocina de vanguardia y calidad al tiempo que fiel a los orígenes. Ahora son ya 22 cocineros que agrupan 16 restaurantes y 8 estrellas Michelín (una en poder de Casa Solla). Muchos de ellos son reclamados aquí y allá en congresos. En espectáculos de showcooking o en televisiones.

Los expertos en gastronomía señalan a estos cocineros como responsables de un movimiento de cocina gallega contemporánea generado a través de talento que ha logrado ser conocido y reconocido en España y en Europa. Su gran mérito ha sido también el respeto a la tradición recibida de otros cocineros y restaurantes que 30 años antes marcaron una época de nuestro gastrosector: Vilas, Rivera, Chocolate, Simón, Centoleira, y por supuesto, Solla.

Me encantó leerle a Pepe Solla hijo una cita que desdramatiza su oficio al tiempo que le enaltece: «La cocina sale de donde sale, del producto; un cocinero es el desgraciado que es capaz de dar al traste con una buena materia prima».