Un adolescente acaba de ser condenado como autor de una falta y un delito de lesiones -no ha trascendido la pena por cuestiones de su edad- después de haber agredido a los dos vecinos de un edificio que le recriminaron que estuviese fumando porros en el portal del inmueble. Según refiere la sentencia, el incidente se produjo la tarde del 14 de agosto del 2012 cuando el menor se encontraba en compañía de otros jóvenes.
Todo parece indicar que las víctimas les reprocharon su conducta, momento en el que el ahora acusado respondió con violencia. A uno de los adultos le propinó diversos golpes y este terminó desplomándose contra el suelo, donde se golpeó el costado con el bordillo.
A la vista de lo que estaba ocurriendo, el segundo vecino intervino agarrando por el cuello al adolescente y este contestó con una sucesión de golpes a la altura de la cintura. Este, al tratar de esquivar la acometida, perdió el equilibrio y los dos se precipitaron al suelo, donde la víctima consiguió situarse encima del chico para inmovilizarlo.
Como consecuencia de la agresión, uno de los adultos sufrió una contusión costal de la que tardó en curar veintiún días, mientras que al segundo, entre otras lesiones, se le diagnosticó una luxación en el hombro izquierdo y una rotura parcial del sector distal del tendón del supraespinoso izquierdo.
El adolescente llegó a denunciar a los dos adultos por la vía penal, si bien estos fueron absueltos por el juez de instrucción. Los magistrados de la Audiencia, por otro lado, consideran que la condena del adolescente es ajustada a derecho y que la misma «non se sustenta en meros indicios como afirma o apelante».