La Guardia Civil vuelve a buscar restos humanos en Portomaior

Marcos Gago Otero
marcos gago BUEU / LA VOZ

PONTEVEDRA

Una empresa de georradar guió el operativo de la Guardia Civil en la búsqueda de más restos óseos en la playa buenense.
Una empresa de georradar guió el operativo de la Guardia Civil en la búsqueda de más restos óseos en la playa buenense. capotillo< / span>

Los investigadores usan un georradar para revisar la duna de la playa

16 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Con el auxilio de un georradar, palas y una amplia zona de la duna de Portomaior acordonada, agentes de la Guardia Civil intentaron ayer reunir más evidencias, como los restos óseos, para facilitar la identificación del cadáver que apareció enterrado en este arenal buenense el pasado 3 de febrero. La investigación la instruye el Juzgado número uno de Marín, que estaba de guardia el día en que la brigada de Obras del Concello de Bueu se encontró por casualidad con los primeros huesos mientras buscaba una conducción tapada por la arena en la playa tras uno de los temporales del invierno. En aquella ocasión apareció buena parte del cuerpo, pero faltaba el cráneo, que no fue localizado en esas primeras pesquisas.

La aparición de la Guardia Civil en Portomaior desde última hora de la mañana de ayer llamó mucho la atención de los buenenses que se acercaron a la playa para pasear o aprovechar el buen tiempo. Según fuentes del caso, el objetivo es examinar a fondo la zona antes de que la llegada masiva de visitantes con el buen tiempo complique los trabajos. A primera hora de la tarde el equipo forense llegó hasta la playa y se ocupó de realizar las mediciones con el georradar, mientras que otros guardias civiles, provistos de palas, excavaron en distintos puntos del área precintada sin que, según fuentes consultadas, hubiesen encontrado el cráneo buscado.

Hasta ahora se desconoce la identidad del cuerpo que apareció en febrero, aunque las primeras informaciones confirmaron que se trataba de un varón. Los huesos son viejos, podían llevar llevar décadas enterrados en la playa y no está claro su origen, si fueron arrastrados por el mar en otro temporal y luego enterrados de forma natural, o si su localización se debe a alguna ocultación en la duna.

El edil de Servicios, Fidel Castro, explicó en su momento que el arrastre de arena por el viento había desplazado la duna, rebajando mucho su altura en el punto concreto del macabro hallazgo.