Carta de amor a una de las dos acusadas por el crimen de Secundino Prego

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Jarlin Taveraz reconoce en las redes sociales que la de Rocío Gondar es la primera misiva que escribe a una mujer

15 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Reconoce que la última carta que había escrito fue la que dirigió a los Reyes Magos y que nunca antes le había escrito a una mujer. No obstante, Jarlin Taveraz Severino ha querido dejar constancia a través de las redes sociales del amor que siente por su novia Rocío Gondar González, una de los dos sospechosas de haber matado a golpes a Secundino Prego Amil a las puertas de su casa en Chancelas (Poio). El arresto de esta joven de 21 años frustró el encuentro de la pareja, ya que la detención se produjo veinticuatro horas antes de que pudiese coger un vuelo con destino a la República Dominicana.

«Quiero que sepas que desde el día que vi tu foto sentí algo diferente dentro de mí. Realmente tu sonrisa cautivó mi corazón y me alegras el alma cada vez que la veo, porque tu sonrisa es especial y me transporta, me llena, me alivia, le da sentido a mi vida», sostiene quien siempre ha mostrado incredulidad ante las imputaciones que pesan sobre la que es su pareja desde hace algo más de un año. De hecho, y ante la supuesta confesión del crimen por parte de Rocío en la Comandancia de la Guardia Civil, su compañero siempre ha sostenido que lo creerá cuando ella personalmente se lo comunique.

Según trascendió en su momento, esta joven de Noalla reconoció ante los investigadores que la muerte de Secundino, a priori, fue algo orquestado entre ella y Albertina Táboas Fernández. Así, relató que la noche del 3 de febrero ambas convencieron a la víctima para salir de la vivienda unifamiliar con la intención de tomarse algo en un bar cercano al domicilio.

Ya en el exterior de la casa, supuestamente Albertina le hizo un gesto a Rocío y esta descubrió la sartén que llevaba oculta entre las ropas. Todo parece indicar que comenzó a golpear al octogenario en la cabeza hasta que el útil de cocina se rompió por el mango.

Sin embargo, Secundino aún respiraba, por lo que, según su explicación, los golpes prosiguieron con el bastón con el que el anciano se ayudaba a caminar desde que sufriera un accidente de moto. La contundencia con la que lo agredieron terminó por fracturar el bastón, por lo que, ante esta circunstancia, sus agresores lo habrían rematado con una piedra del jardín.

La misiva, con unas faltas ortográficas aparentemente debidas al uso del texto predictivo del teléfono móvil, no se hace eco para nada del crimen o de las circunstancias del arresto, sino que continúa apelando a los sentimientos de Rocío Gondar. Así, añade que «de más está decir que existe el miedo de no llegar a ser parte de tu vida, porque sé que con un dedo no se tapa el sol y el corazón no se fía solo con palabras». Pero, como concluye Jarlin Taveraz, «cómo decir que no al quererte...».