Los hijos de Lupe cambian su DNI

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Los descendientes de María Luisa Jiménez, última víctima de violencia machista en Galicia, quieren eliminar de su carné el apellido paterno

06 mar 2014 . Actualizado a las 03:27 h.

Venganza hasta en los papeles. Los hijos de María Luisa Jiménez Jiménez, Lupe, no solo reniegan de su padre, José Luis Cortiñas, por la muerte el 23 de febrero de su madre, sino que no desean que nada les recuerde a su familia paterna, ni siquiera el apellido.

De este modo, en los próximos días las hijas mayores darán los primeros pasos para «quitarse el apellido Cortiñas en referencia a que ya no reconocen ni reconocerán a su padre», señaló ayer Sinaí Giménez. El portavoz de la Sociedad Gitana en Galicia fue más allá y manifestó que la familia materna considera que «el apellido Cortiñas ensucia su imagen y su credibilidad como personas honestas».

Por su parte, allegados de la familia Jiménez añadieron que, una vez se resuelva la situación legal de los hijos menores de Lupe, sus representantes llevarán a cabo los mismos pasos para desembarazarse de cualquier referencia a la figura paterna.

El problema con el que, aparentemente, no cuentan los Jiménez es que la legislación española no permite este tipo de situaciones. Así, el Ministerio de Justicia reconoce que se pueden cambiar los apellidos si existe «una causa justa para ello» y siempre que tal modificación no perjudique a terceras personas.

Asimismo, deberán acreditar que son conocidos por los apellidos nuevos que desean emplear y que estos «pertenecen legítimamente» a los interesados. En principio, los hijos de María Luisa Jiménez cumplen sobradamente ambos requisitos, pero no así el tercero, el que establece que «los apellidos que resulten del cambio no pertenezcan a una sola línea, sino que sean uno de la paterna y el otro de la materna».

De este modo, en principio, en ningún momento podrían desembarazarse en los papeles y documentos oficiales de la herencia paterna. No obstante, siempre les cabría la posibilidad de buscar un apellido común a ambas ramas familiares para así camuflar la identidad de José Luis Cortiñas o buscar el amparo de un juez.

La intención de una parte de la sociedad gitana gallega es que el crimen de María Luisa Jiménez no quede como un número más en la estadística de muertes por violencia machista. Así, la primogénita, María Jiménez, tiene intención de ser el rostro de una campaña de recogida de firmas para exigir que se aplique cuanto antes la reforma del Código Penal que establezca la cadena perpetua revisable. Se espera que la primera persona que rubrique este documento sea Juan José Cortés, padre de la pequeña Mari Luz.