Margariña Valderrama: «Me cuesta, pero busco qué hacer después»

La Voz

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Dedicará su tiempo a viajar, a su militancia política y se hará voluntaria

23 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

María del Carmen Valderrama Currás, Margariña (Madrid, 1943), dejará las aulas este curso. Esta profesora de Geografía e Historia del IES Sánchez Cantón seguiría dando clase si pudiera. «Alumnista» y «aventurera» declarada, se prepara, con 70 años, para su despedida. Dedicará el tiempo a viajar, a su militancia política y a colaborar como voluntaria en Cruz Roja.

-Se jubila el próximo 31 de agosto. ¿Cómo lo afronta?

-Llevo cinco años de prolongación de mi actividad. Me podría haber jubilado a los 65, pero he ido pidiendo año a año la renovación. Al principio, venía la jubilación como un abismo, como algo que se me abría y no quería. Con la ayuda de compañeros y de amigas profesoras que se han ido jubilando me voy haciendo a la idea. Me cuesta, pero ya estoy buscando qué hacer después. He sido activa y no es la muerte civil de una persona.

-En el Sánchez Cantón lleva la mayor parte de su carrera. ¿Cómo recuerda sus inicios?

-Empecé en un colegio privado de Marín, en La Inmaculada, en el curso 68-69. Después me llamaron del instituto Salvador Moreno de Marín. Me echaron de ese centro cuando era penene [profesor no numerario]. Eran otros tiempos, pero creo que me echaron porque había otro con más enchufe que yo. La Delegación me recolocó como profesora volante en el Valle Inclán, después pasé a ser profesora no numeraria en ese centro, con un director del que guardo muchísimo recuerdo, Marcelino Giménez. La experiencia de haber sido expulsada me hizo reflexionar y pensé, ??A mí nadie me vuelve a expulsar??. Preparé oposiciones, estuve en prácticas en A Xunqueira, recién creada. Fue maravilloso, allí llegaron alumnos repetidores de los dos institutos del centro... Casi vivíamos allí.

-¿Y eso le marcó?

-Sí, aunque digamos que yo ya venía marcada por mi compromiso. Pedí todas las plazas de Galicia. Ya tenía dos niñas y algunos sitios me daban pesadillas por las noches. Burela u O Barco... tan lejos. Afortunadamente me dieron la primera que pedí, que fue el Sánchez Cantón.

-Ha pasado por casi todos los ámbitos de la educación. Cuénteme dos anécdotas...

-Una que me puso los pelos de punta fue llegar a clase después del 23-F. Era otro edificio y me recibieron unos cuantos alumnos haciendo pasillo, pocos eso sí, diciendo ??Rojos al paredón??. Y la burrada más reciente de un alumno de segundo de bachillerato fue que el sistema monárquico necesita de un presidente de la república.

-¿Cómo son los alumos de hoy? ¿Leen menos que antes?

-Yo me defino como alumnista. Creo que en todas las épocas ha habido alumnos de todo tipo. Es verdad que el avance de que la educación sea obligatoria hasta los 16 años y que el sistema siempre les dé oportunidad de volver a la formación ha sido un éxito que no se valora. Hoy tienen otros centros de interés y formas de socializar que los apartan de la lectura, antes solo estudiaba una élite. Las familias y la sociedad han cambiado. Quizá lean menos, pero en mi generación no había televisión.

margariña valderrama docente del ies sánchez cantón que deja las aulas en agosto