Un mar embravecido se cebó con el litoral pontevedrés

Marcos Gago Otero
MARCOS GAGO PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Marín y Portonovo registraron las incidencias más espectaculares

05 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El viento y las olas rugieron con fuerza en el interior de la ría y dejaron una estela de incidencias a ambos márgenes, concentradas principalmente en Marín y en Portonovo. Numerosos vecinos se acercaron a lo largo del día de ayer a los arenales y puertos para contemplar la acción del mar en espectaculares olas que se estrellaron contra las rocas de la ría. La otra cara de la moneda la pusieron los destrozos con que el temporal sembró la costa pontevedresa.

Marín fue el municipio que concentró más daños por el temporal. Durante la noche el oleaje fue particularmente virulento y empujó una embarcación deportiva desde su base en el puerto de Beluso, en Bueu, donde se encontraba amarrada, hasta dejarla encallada peligrosamente junto a las rocas de la playa de A Coviña, en la marinense parroquia de Ardán. La marea baja de la mañana impidió que el velero, de unos siete metros de eslora, acabase colisionando con las rocas. El trabajo voluntario de un grupo de vecinos, así como de los propietarios de la embarcación, sirvió para llevarla a tierra cerca de las cinco de la tarde y dejarla depositada en el límite de la marea alta.

A unos cien metros se encuentra el paseo marítimo de la playa de O Santo. El empuje del mar fue tan violento que destrozó la barandilla de madera y aún arrancó de su lugar algunas de las piedras del muro de cierre al otro lado del paso. En otro arenal, A Ribeira Pequena, los vecinos se quejaron de desplomes por falta de refuerzo de los cantiles.

En la playa de Aguete, varios marineros pasaron la mañana vestidos con traje de neopreno y achicando chalanas. Al menos cuatro botes se hundieron junto al muelle pesquero. En la zona deportiva, el temporal se dejó sentir con la rotura de los cabezales del pantalán pequeño, que los usuarios intentaron asegurar como pudieron pendiente de que los técnicos de Portos acudan al puerto para una solución más definitiva. En Aguete también las olas destrozaron la caseta de los socorristas y la ducha situadas junto al minibar.

En Portocelo, la lluvia se alió con el oleaje para crear una enorme pantalla de agua que arrastró gran parte de la arena de un tercio de la playa, dejando en el aire otra vez parte del área de juegos infantil.

Por su parte, en Portonovo, el patrón mayor, José Antonio Gómez Castro, informó de daños en un pantalán y de que el viento se llevó por delante una buena parte del tejado de la nave de rederas en una franja de dos metros de ancho por el largo de toda la estructura. Unos operarios intentaron reponer esta cubierta con un plan de urgencia a última hora de ayer. También en Sanxenxo, en la playa de Silgar, el temporal empujó el cadáver de un delfín.