Las distintas caras de la crisis

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

RAMON LEIRO

La Voz recupera a los que lucharon por mantener vivas a sus empresas y a aquellos que acumulan años de desempleo en tiempos difíciles

22 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La crisis no son números ni porcentajes, la crisis es más. Esconde rostros que cuentan en primera persona lo que significa un empleo, esa especie de bien preciado que los que lo poseen desconocen su valor. En estas líneas queremos recordar a aquellos que en Pontevedra y su comarca han dotado a la crisis de una identidad. Algunos han sabido lo que significa dejarla atrás, a través de la lucha conjunta, otros la recuerdan como esa mano negra con la que amenazaban a los niños de antes y los que más, son como José Antonio, Pepe, López o Henrique Torres.

Estos dos pontevedreses participaron en un reportaje de La Voz de Galicia hace más de un año (11 de noviembre de 2012). Ambos, con 53 y 31 años estaban sin trabajo. Hoy, 365 días después, están igual. Nada ha cambiado. La esperanza es casi una palabra tabú. «En febreiro fará tres anos que estou sen traballo», explica Pepe, que espera que cuando llegue ese fatídico cumpleaños pueda estar ya en Islandia, donde ahora tiene oportunidades de trabajo. «Fixen o pasaporte esta semana e a ver se hai sorte, un curmán meu di que alí hai traballo. A ver se sei algo pronto», señala este albañil que hasta que llegó la crisis acumulaba 37 años seguidos trabajando.

Junto a Henrique están en ese grupo de difícil inserción laboral que une en la misma batalla a los mayores de 50 años y a los jóvenes. Hace un año Henrique Torres estudiaba un curso de mil horas de electricidad en UGT con la esperanza de encontrar en el 2013 un puesto de trabajo. En una semana le diremos adiós al año y este joven seguirá enviando currículos. «Sigo buscando traballo, pero non encontro nada, do curso que fixen non me chamaron para nada».

Al contrario que los miles jóvenes que abandonaron Galicia en busca de un futuro mejor, Torres defiende que esa no es la manera de salir adelante. Y lo dice después de casi tres años en paro. La lucha es lo que defiende. Quizás lo mismo pensaron los trabajadores que durante estos años defendieron en la calle que sus empresas no cerraron. Clesa, Factoría Naval, Cedonosa, Tréves, Armarios Alonso .... son innumerables las plantillas que, con distinta suerte, han salido a la calle a defender sus puestos.

En el camino han quedado muchas empresas y los parados en la comarca superan los 22.000. Algunas de estas compañías se mantienen, pero han perdido trabajadores. Factoría Naval es uno de esos ejemplos, que ahora vive un momento dulce, pero con menos de la mitad de su antigua plantilla. El que fuera presidente del comité de empresa durante la crisis, Nicolás Pérez, ya no está en ella. En el astillero dicen que se ha ido a buscar las habichuelas a México. En la ciudad poco ha cambiado, la inestabilidad laboral marca el futuro. Solo el 3 % de los nuevos contratos son de carácter indefinido.