La falta de crédito ahoga la viabilidad de muchas áreas

Marcos Gago Otero
m. gago PONTEVEDRA / LA VOZ

FIRMAS

Se busca suelo barato, bien comunicado y sin trabas burocráticas

17 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Según el gerente de Xestur Pontevedra, Javier Domínguez, en los últimos meses después del verano se han incrementado las peticiones de información, por parte de empresas, por suelo donde ubicarse en la comarca. El problema no está en la oferta, que existe en casi todos los municipios, con algunas excepciones notables. El obstáculo vuelve a estar en la índole económica de los proyectos. «Hay suelo suficiente, lo que no hay es financiación, las empresas nos quieren comprar terreno, pero tienen dificultades para acceder a un crédito», señaló. Es el pan de cada día, tanto para los vecinos de a pie como para las firmas que antaño entraban en los bancos y les ponían la alfombra roja. Desde la crisis nada es igual. «Nosotros creemos que hay suelo, que hay oferta, lo que no hay es demanda. Estamos viviendo una situación al revés de hace unos años cuando había solicitudes y no había suelo», puntualiza el representante de Xestur en la provincia.

A lo largo de la última década, la experiencia ha marcado algunas pautas para que un parque empresarial tenga éxito o al menos se mantenga en tiempos difíciles. En primer lugar, se tiene en cuenta el valor del suelo. Un suelo barato atrae, uno caro repele, aunque cumpla otras condiciones básicas. La deslocalización hacia el norte de Portugal y otras partes de Galicia y España ha sido la apuesta de varias empresas para irse o para ampliar y diversificar su actividad.

Aparte de este factor, otro relevante son las comunicaciones. Un parque debe tener cerca o estar muy bien conectado con las principales vías terrestres de la provincia y, a través de ellas, del resto de Galicia. La proximidad de la AP-9, las carreteras nacionales o las mayores vías autonómicas es imprescindible. Y en muchísimos casos, el ferrocarril es vital. Los empresarios tienen muy en cuenta cada simple kilómetro que emplea su producto para llegar a su destino y a sus clientes. Puede ser la diferencia entre la supervivencia de una factoría o su cierre. Si las vías quedan lejos entonces, ese polígono perderá, automáticamente, todo su atractivo, aún siendo suelo a un precio adecuado.

Y en tercer lugar, sobre todo para muchas empresas de la comarca, es su relación con el mar. El puerto de Marín es el principal motor económico de la ría, pero encontrarle un puerto seco está siendo un verdadero quebradero de cabeza.