Arousa, una mesa al lado del mar

Rosa Estévez
Rosa Estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Nacho Feijoo

Carril sirvió sus almejas, Vilanova berberecho y mejillón, y A Illa un poco de todo

19 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Ni siquiera los estómagos más capacitados podrían hacer frente al gran reto que ayer lanzaron las tres localidades del fondo de la ría de Arousa. Vilagarcía, Vilanova y A Illa se convirtieron en los vértices de un triángulo en el que, cualquiera que entrara, corría el riesgo de desaparecer bajo toneladas de marisco bien cocinado.

Empezamos el recorrido en Carril. Desde hace veintiún años, la cofradía y la agrupación de parquistas celebran una fiesta con la que pretenden ensalzar la calidad de su almeja y, de paso, atraer turistas hacia el corazón marisquero de Vilagarcía. Ayer, la fiesta no se apartó de la tradición: se cocinaron unos 2.000 kilos de marisco, se sirvieron en cuencos de barro y se acompañaron de vino fresco. Los comensales, sobre todo los que habían logrado conquistar un hueco a la sombra, disfrutaban de sus raciones sin preocuparse, ni un poquito, por la talla de la almeja que ingerían. «Será talla de almeja a la marinera, ¿no?», razonaban.

Ignoraban, claro, la guerra abierta entre los productores y la Xunta por la decisión de esta de someter la extracción del marisco carrilexo a un tamaño mínimo de 38 milímetros. Quien sí estaba al tanto era Isi, el pregonero, que pidió a la conselleira y a los mariscadores que «se leven ben». También sobre la cuestión habló él periodista de La Voz, Serxio González, desde ayer flamante Cabaleiro da Ameixa, quien señaló que «agora que está de moda recortar, so hai problemas para recortar a talla» del bivalvo al que ha jurado honrar y proteger allá donde vaya.

Partamos ahora hacia Vilanova. En As Sinas, una bicicleta cuelga de una farola. No es fruto de una locura, ni de la obra de un artista excéntrico. La Vuelta sale este año del puerto vilanovés. Consciente de la importancia del evento, el alcalde Gonzalo Durán (PP), nombró pregonero de la Festa do Mexillón e do Berberecho a Rafael Louzán, el presidente de la Diputación, que ha puesto su empeño en que la ronda hispana visite de nuevo la provincia. Desde el balcón del Concello, y acompañado por varios alcales, Louzán señaló que La Vuelta sale «dunha vila pequena, pero dunha nobre vila». Y que con las primeras pedaladas se inicará también el camino que nos conducirá «ao fin da crise». Rematados los discursos, cuarenta vikingos catoirenses desembarcaron en la carpa con hambre de buen marisco.