El acusado de asesinar al guardia civil de A Cañiza: «O me sueltas o te mato»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA

PONTEVEDRA

Los acusados, con Martíns Mendoza mirando al público, en la Audiencia de Pontevedra
Los acusados, con Martíns Mendoza mirando al público, en la Audiencia de Pontevedra López Penide

José Vilar Casal sostiene en el juicio que la muerte del agente en agosto del 2010 fue accidental

17 jun 2013 . Actualizado a las 20:21 h.

«Si le quisiera matar le hubiera disparado cuando tenía el cañón [de la pistola] apoyado en su cabeza». José Vilar Casal, a quien señalan como el ejecutor material de la muerte de un guardia civil en un robo frustrado a un banco de A Cañiza en agosto del 2010, aseguró que los disparos fueron accidentales.

Así, subrayó que «no apreté ni una sola vez el gatillo», de tal modo que insistió en que los disparos se produjeron en el transcurso de un forcejeo con el agente.

En su comparecencia, precisó que, al ser descubiertos, le dijo al funcionario que le dejase marchar, «que allí no pasaba nada». Vilar Casal precisó que dio un paso adelante y que el guardia le disparó, alcanzándole en el cuello.

El acusado aseguró que el arma se encasquillo y que, instantes después, el agente lo arrastraba hacia el exterior, mientras él se agarraba el cuello. En un momento dado, el atracador sacó una Glock adquirida en Portugal. De este modo, encañonó a víctima acompañando este gesto con las palabras «o me sueltas o te mato».

Fue entonces cuando, según su versión, se produjo el forcejeo mortal.

Sin embrago, la versión que ofreció su compañero de banquillo José Ángel Martíns Mendoza, El Peque, durante la instrucción se negó a contestar a las preguntas de las acusaciones y ofreció matices diferentes. Así, si bien coincidió en que el primer tiro partió de la pistola del agente, precisó que ambos se encañonaron cara a cara y que no se produjo forcejeo alguno.

Añadió que nunca vio a su compañero apretar el gatillo, ya que emprendió la huida a la carrera.