ADIF inició un procedimiento judicial por la deuda de los Cinebox
10 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Un proceso de desahucio puede proyectar el rótulo de The End de las salas de cine en Pontevedra. Salvo un acuerdo in extremis el cierre de los Cinebox de Vialia tiene fecha, el 25 de junio, día para el que está fijado el desalojo del local, y dejaría a la capital como la única de las grandes ciudades de Galicia sin salas. A nivel nacional, otras capitales se acercan a esa situación después de que Soria se convirtiese en la primera española en quedarse sin cines.
Fuentes del sindicato Comisiones Obreras apuntan que la delicada situación del sector en España, agravada con la subida del IVA, está detrás de la «importante» deuda que la empresa Abaco, que gestiona los cines (ocho salas con 1.539 butacas) mantiene con el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) por el alquiler de las instalaciones. «Tenemos abierto un proceso judicial -aclararon ayer desde la propia firma Abaco- por una falta de acuerdo con la propiedad del centro comercial, con ADIF. Actualmente estamos a la espera de la vista del juicio y de la resolución final». Esa vista está convocada para el próximo día 20.
El cierre dejaría en la calle a quince trabajadores de las salas, y dos limpiadoras de la empresa adjudicataria. Pero además, como subrayan desde Comisiones, pondría también en peligro otros varios negocios del centro comercial que actualmente se benefician de la afluencia de espectadores. «Si no media un acuerdo en un cortísimo plazo, dejaría de haber cines en Pontevedra», añaden las mismas fuentes. Un pacto que parece difícil, una vez alcanzado el proceso judicial, aunque como dijo ayer una trabajadora, «la esperanza es lo último que se pierde.
Cinebox se hizo con los cines en el 2004, una vez que compró a Lauren Exhibición la titularidad del complejo de Vialia, inaugurado en el 2000. En aquel momento, la capital duplicaba con la puesta en marcha de estas salas su oferta cinematográfica, que incluía los Multicines ABC, los Fylcines, el Gónviz y el Victoria, mientras que cinco años antes había cerrado ya sus puertas el Malvar.