«Yo no tengo nada de brujo, la medicina natural es ancestral»

Elena Larriba García
Elena larriba PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

Por sus manos han pasado los más grandes deportistas de élite y otras muchas personalidades

28 abr 2013 . Actualizado a las 06:53 h.

José Luis Torrado Casal (Mugardos, 1935) es una leyenda viva del deporte y uno de los personajes más carismáticos de la ciudad de Pontevedra, que le acogió con solo 19 años. Por sus manos han pasado los más grandes deportistas de élite, futbolistas, jugadores de baloncesto, atletas... Además de políticos de altura, artistas, toreros y también mucha más gente sencilla. Sus dotes como terapeuta naturópata y recuperador físico hicieron posible reparaciones musculares milagrosas o mágicas aplicando fórmulas ancestrales de la medicina natural. Sus famosos emplastos de Aromas de Xeve le valieron el apelativo de O Bruxo. Ha tenido una vida apasionante, estuvo en cinco olimpiadas y recorrió medio mundo ampliando sus conocimientos. Pero Torrado derrocha sobre todo humanidad.

-¿Le molesta el apelativo de O Bruxo?

-Yo no soy brujo para nada. Ese apelativo me lo puso el jugador de baloncesto Emiliano en una entrevista que le hicieron. Tuvo una lesión que le impedía jugar, lo pusieron en mis manos, lo recuperé y pudo ir a la olimpiada. O Bruxo, en gallego, me gusta más como mote cariñoso. Pero no tengo nada de brujo.

-¿En todo caso sus tratamientos de Aromas de Xeve algo de mágicos tienen?

-Yo no inventé nada. La medicina natural es ancestral, está ahí desde tiempos inmemoriales. Empecé hace sesenta años con unos apuntes de las bondades de las plantas y nunca paré de investigar y ampliar mis conocimientos sobre cómo aplicarlas, leyendo cientos de libros. Después tuve la suerte de viajar por todo el mundo recogiendo muchas enseñanzas. En China, por ejemplo, que es la madre de la medicina natural, descubrí las virtudes de las hierbas regenerativas y sus propiedades antiinflamatorias en el centro científico más importante de Asia. Y en México conocí la papaína, el aceite de papaya. Hoy en día sigo leyendo y estudiando.

-¿Es cierto que a la primera persona que alivió una lesión fue a usted mismo cuando era atleta?

-Si. Yo tenía una rotura de fibras muy molesta y Morales, el propietario de aquella famosa tienda de bicicletas, me dijo que me pusiera un barro que encontraría entre las hierbas en los alrededores de la estación vieja, en el rio Gafos. Era una arcilla verde y el remedio dio resultado, la lesión desapareció.

-Llegó a ser campeón de España de atletismo ¿Qué frustó su carrera?

-Fui campeón de España de 400 metros. Pero aquellos eran tiempos muy difíciles. Yo trabajaba en los Almacenes Simeón, mi padre estaba paralítico en una silla de ruedas, había que llevar el dineriño a casa y cuando me llamaban de la selección para competir yo no podía viajar porque tenía que trabajar.

-¿Su trayectoria como recuperador deportivo donde comienza?

-Como masajista en el Pontevedra C.F., en la época del Hai que Roelo. Le estoy muy agradecido a este club porque ahí fue donde me hice profesional. Imagínate, en Primera División. Uno de los entrenadores que confió mucho en mí fue Marcel Domingo.

-¿A partir de ahí, cómo dio el salto al deporte internacional?

-Porque José Luis Torres Victoria, director técnico de la selección de atletismo, conocía mi trabajo y me llevó como masajista recuperador. Después fui alternando en distintas temporadas esa función con las selecciones de baloncesto, de fútbol, de boxeo. Estuve en el Zaragoza Club de Fútbol, en el OAR de Ferrol de Baloncesto, en el Breogán...

-Eso le llevó a cinco Olimpiadas.

-Estuve en las de México, Munich, Montreal, Seúl y Atlanta. También en muchos campeonatos del mundo y de Europa. Se puede decir que en las Olimpiadas de México empecé a ser conocido internacionalmente Yo estaba con la Selección Española de Atletismo, pero me caían de rebote atletas de otros países y trabajé a destajo. Allí recuperé al americano Bob Seagren, saltador de pértiga, y al italiano Gentile, de triple salto. Andaban cojeando por la villa olímpica, los puse a andar, y al final fueron medalla de oro y de bronce.

-Los baloncestistas rusos le adoran ¿A Tkachenko dónde le conoció?

-Mira. Antes de Tkachenko atendí en Ferrol a Homicius, que se lesionó en uno de los partidos valederos para el Campeonato del Mundo de Baloncesto. Y a Tkachenko lo conocí en un torneo europeo en Francia. Lo recuperé de una rotura fibrilar y pudo jugar contra Italia. Después nos vimos más veces y nos cogimos mucho cariño.

-La lista de deportistas españoles a los que recuperó supongo que sería interminable...

-Montones. Si hablamos de fútbol, a los jugadores del Real Madrid de épocas anteriores a casi todos. Del Bosque, Camacho, Pirri, Velázquez, Valdano, el finado de Juanito, Maceda, Butragueño, Raúl. Y de otros equipos también. Víctor Muñoz, por ejemplo, que estuvo en el Zaragoza, en el Barcelona y en la selección. Atletas: José Luis González Sánchez, Arturo Ortiz, Mariano Haro, Areta, Ignacio Sola Albarrán... Baloncestistas: Brabender, Buscató, Ramos, Cabrera, los hermanos Sagi Vela, Juan Martínez Arroyo... Muchísimos. Y todos quedaron encantados conmigo, aunque algunos no hablen ahora.

-¿Es cierto que muchos futbolistas acudían a su consulta a espaldas de sus clubes?

-A escondidas, la mayoría. Lo tenían prohibido por los servicios médicos o los fisios. Aquí, a Pontevedra, venían de noche para que no los vieran. Y a Zaragoza, me venían del Madrid, del Bilbao, del Barcelona y se quedaban dos o tres días escondidos en casas de compañeros. Todos los problemas que yo he tenido en mi vida fueron porque recuperaba a la gente en pocos días y otros tardaban meses en recuperarlos o los daban por irrecuperables.

-¿Camacho elogió y siguió sus métodos?

-Camacho, a quien yo le recuperé una rodilla que le habían dejado hecha una mierda, me mandó hace unos veinte años a uno de sus ayudantes, Carcelén, que está con él en China. Lo mandó aquí conmigo para aprender mis métodos.

-¿Se atrevería con lesiones como la de Nadal?

-Sigo por la prensa las lesiones importantes de algunos deportitas y cómo va su recuperación. Y a veces me pongo de mal humor. A Nadal lo están matando a infiltraciones y creo que se están equivocando. Yo podría intentar ponerlo a tono. Se lo dije a su tío y entrenador. Le mandé el libro que escribió sobre mi Escamilla y que avala mi trabajo y no me contestó o lo hizo por medio de otro. Y Kobe Bryant [que se rompió el talón y estará nueve meses alejado del baloncesto] en mes y medio estaba arreglado.

José luis torrado Naturópata y recuperador físico

«En México empecé a ser conocido a nivel internacional»

«En el Pontevedra me hice profesional y le estoy muy agradecido»

«La mayoría de los futbolistas venían a mi consulta a escondidas»