Los montes entran en primavera en una alta situación de riesgo

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA/ LA VOZ

PONTEVEDRA

Los matorrales se multiplican después de un invierno de lluvias

21 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El monte está a expensas de la climatología. De cómo llegue el verano dependerá que la comarca se convierta en un polvorín. La llegada de la primavera está haciendo crecer con fuerza los matorrales regados durante todo el invierno, pero será con las altas temperaturas cuando la comarca entre una situación de alto riesgo.

Desde las comunidades de montes alertan de que «non se inverteu nada en arranxar o monte, o matorral é importante dende o punto de vista da natureza, pero non hai liñas de protección», señala el presidente de la mancomunidad de Castrove-O Salnés, Claudio Quintillán. Tras los incendios del 2006, en los que la comarca vio como 20.400 hectáreas se convertían en cenizas, se publicó la ley 3/2007 de prevención y defensa contra los incendios para prevenir durante el invierno lo que el descuido y el calor pudiesen traer en el estío.

Sin embargo, los comuneros aseguran que la crisis -aún no se conocen las ayudas a las comunidades para la formación de brigadas- y la desvalorización -el coste de la madera ha bajado- están detrás de un monte que recibe al verano «en mal estado».

No solo los comuneros advierten de los males que se avecinan, sino que fuentes de las brigadas antiincendios consultadas por La Voz reconocen que el verano pasado no hubo fuegos y «ahora estamos al 100 %, hay mucho combustible». La maleza crece más rápido que lo que han podido limpiar. Se ha hecho lo mínimo, así que si las condiciones atmosféricas son propensas, «la situación puede ser caótica». Desde MeteoGalicia no hacen previsiones a largo plazo, pero advierten de que a a pesar de que estemos ante unas jornadas secas, a medio plazo se vuelven a ver lluvias y precipitaciones.

Falta de subvenciones

Tanto comuneros, como brigadistas, advierten de que la falta de subvenciones y la mala climatología ha restringido las actuaciones. «Para este ejercicio aún no salieron las ayudas al desbroce y limpieza», indica un brigadista. Al ritmo al que van, temen que se aprueben en los próximos meses y las tareas de desbroce arranquen en verano, la época de alto riesgo. «Deberían haber empezado el pasado mes», señala uno de los comuneros, quien puntualiza que el monte que está en manos privadas sufre más carencias que el comunal.

En la zona que abarca desde Caldas hasta el monte Castrove y desde la costa hasta A Estrada trabajan cinco brigadas. Tres de ellas operan durante todo el año y las otras dos se suman en febrero, como empleados fijos discontinuos, pero aún faltan los que se incorporen entre el 1 de julio y el 30 de septiembre para cuidar los montes.