Las decisiones de recortes en los derechos y/o bienes públicos siempre son una mala noticia que pone de manifiesto la incapacidad de gestionar, de manera adecuada, el bien común. Hay que desterrar la idea de «público igual a gratuito igual a beneficencia». Las previsiones económicas más optimistas para este año en España dicen que será igual que el 2012. La situación económica de las familias no va a mejorar, posiblemente empeore; sin embargo, se conocen las intenciones de recortar profesorado, subvenciones a comedores escolares, cheques de libros de texto, infraestructuras? El esfuerzo del inicio de curso es tremendo para cualquier familia e incrementado por el aumento efectivo del IVA (unos 300 ? por niño) si se aumenta ese esfuerzo o los ingresos familiares se reducen, se vuelve insoportable. La educación ya no es un bien básico (4 %) sino de lujo (21 %). Con todo lo que lleva llovido, la información que tenemos, las noticias de escándalos, los gastos millonarios? es difícil explicar por qué siempre es el ciudadano quien acaba pagando los platos rotos. Las buenas sorpresas a menudo llegan de los mismos sitios. Asociaciones, colectivos y personas implicadas con la sociedad que ponen los medios a su alcance para paliar los déficits de este momento. Hemos de alabar, impulsar y promover cuantas acciones se encaminen en este sentido. Bancos de libros como los realizados a final del curso pasado, bancos de uniformes? pero no ser meros sujetos pasivos. Tenemos que unirnos para organizar, buscar, conseguir material necesario para que estas experiencias realmente sirvan a la gran mayoría y que no sean anécdotas de un día. Que ni un solo libro que valga vaya a parar a la basura o quede encerrado en un armario.