Hasta hace un año Mercedes Munáiz no sabía de la existencia de la Fundación Meniños de atención a la infancia ni de su intenso trabajo en el ámbito de la atención a las familias en Pontevedra. Conoció esta oenegé cuando se hizo voluntaria para la campaña de donación de juguetes que promueven los Jóvenes Empresarios en las Navidades del 2011. «Quería hacerme voluntaria y el programa en el que creía que más encajaba era el de apoyo escolar, dentro del de atención familiar», cuenta. En el caso de esta fundación, son solo cinco los alumnos incluidos en el programa y cinco los voluntarios que les ayudan de forma personalizada.
Mercedes comenzó el pasado verano para dar un repaso del curso con el niño que atiende, de nueve años, con el que pasa dos horas una tarde a la semana. «La verdad es que la experiencia está yendo muy bien, desde el primer momento -señala-. Es un niño especial, muy maduro y receptivo. Puede parecer poco tiempo a la semana, pero todo suma. Y para mí lo mejor de la semana es esa tarde, espero continuar, porque me comprometí a estar con este niño el tiempo que sea. Tenemos buena sintonía, pero además, nos tomamos las clases en serio y la verdad es que yo extraigo muchas cosas de cada día que estoy con él». El pequeño también ha mejorado «y la verdad es que te conviertes en profesora, tutora, amiga...».
Sin duda reconoce que para ella, lo mejor de este 2012 que acaba de terminar fue el entrar en este voluntariado. «A veces quieres ayudar, pero no sabes cómo. Y al principio nadie de mi círculo conocía a Meniños, pero era el ámbito que me interesaba y cuando pude dedicarme a la enseñanza, fue para mí la combinación perfecta», indica esta licenciada en Ciencias Políticas, que anima a implicarse en el voluntariado, especialmente en la actual coyuntura. «Aunque sean solo dos horas a la semana, a la larga, todo va sumando», señala, mientras destaca en este sentido la información que ofrece la web Redeaxuda.
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