Comuneros de Marín apoyan ceder 38 hectáreas para evitar la marcha de la Brilat

Marcos Gago Otero
Marcos Gago MARÍN / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

San Xulián confía en pactar un canon anual por el uso de los terrenos

04 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La junta rectora de los comuneros de San Xulián de Marín apuesta por facilitar, en la medida de lo posible, la continuidad de la base de la Brilat en Pontevedra con la cesión de unas 38 hectáreas. La directiva de los comuneros mantuvo una primera toma de contacto, a petición de los responsables de la base, donde analizaron la situación. El presidente de la junta de San Xulián, Francisco Casal, explicó que es partidario de la cesión «para que no se marche la Brilat de Pontevedra». Casal señaló que la base es una fuente de trabajo en la comarca y por lo tanto de riqueza en el entorno, y que este es un factor importante a la hora de favorecer su continuidad. En todo caso, el acuerdo consistirá en una cesión a cambio de una contraprestación, por lo que los vecinos seguirán siendo los titulares del monte.

Los mandos militares expusieron a los comuneros las necesidades de trasladar el cinturón exterior de la base desde las proximidades de los núcleos habitados de Salcedo hacia zonas de monte más alejadas de las viviendas. El monte de San Xulián, precisamente, cumple a la perfección con estas características y los dirigentes militares sondearon a los comuneros sobre su disposición a ceder el uso de los terrenos necesarios, una superficie estimada de entre 36 y 38 hectáreas en el área denominada Alto de Pedralonga.

Respaldo imprescindible

El sí de San Xulián es fundamental para la operación de traslado del perímetro de la base desde su situación actual hacia el monte más elevado, donde no hay núcleos, ni viviendas dispersas. Figueirido, Vilaboa y Salcedo, las tres comunidades entre las que en la actualidad se reparten los terrenos de la Brilat, también ven con buenos ojos la operación. Salcedo será la que perderá más hectáreas de afección de la base, pero para compensar, el traslado del perímetro supone, necesariamente, la disponibilidad de los terrenos de San Xulián.

Francisco Casal puntualizó que la superficie sopesada por la Brilat en Marín «no se destinaría a maniobras, no sería de tiro». Se trataría de un espacio donde se realizarán las prácticas de acampada, las marchas y otras cuestiones estratégicas. Así pues, en el Alto de Pedralonga, no se llevarán a cabo la construcción de edificios ni será un campo de tiro. La madera seguirá siendo propiedad de los comuneros, mientras que el mantenimiento del monte le correspondería a la Brilat.

La buena voluntad de la junta de San Xulián tendrá que ser refrendada por un acuerdo de la asamblea vecinal cuando el acuerdo esté más perfilado. Casal entiende que la contraprestación tendrá que tener un carácter económico, aunque esta negociación dependerá de Defensa.