El Lérez enfila en plena sequía el primer bajón de caudal del año

Serxio Barral Álvarez
Serxio barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

RAMON LEIRO

Tradicionalmente, en marzo cae un 44 % el aporte hídrico del río

23 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Galicia se seca, y Pontevedra no es una excepción. De hecho, según los datos de MeteoGalicia publicados ayer por La Voz, en lo que va de febrero en la ciudad del Lérez apenas se recogieron 3,8 litros de agua de lluvia por metro cuadrado. Una cantidad absolutamente insignificante. Puestos a comparar, es casi 180 veces menos que lo que llovió en febrero del 2011, o un 2 % de lo que se recogió en Pontevedra el pasado mes de agosto. Y a tenor de las predicciones de los meteorólogos, la posibilidad de que llueva en Pontevedra antes de que acabe el mes es muy baja.

Pese a la sequía, el abastecimiento de agua no se resiente. Hay reservas suficientes para que aun no haya aparecido el fantasma de las restricciones, como las que se vivieron el pasado octubre en Pontevedra, cuando el caudal del Lérez descendió hasta extremos tan alarmantes que el Concello decidió cortar el suministro de Ence y prohibir el riego de parques y jardines públicos y los baldeos de calles.

Sin embargo, es previsible que, si sigue sin llover, el caudal del Lérez se pueda acabar resintiendo. Echando mano una vez más de las estadísticas, estas apuntan a que tradicionalmente en el mes de marzo se produce el primer bajón significativo del año en la cantidad de agua que lleva el río que atraviesa la ciudad de Pontevedra. La media de los diez últimos años señala que en febrero se registra un caudal medio de 109,97 hectómetros cúbicos -casi cien veces más que la capacidad total del embalse del Pontillón de Castro- y que este cae en marzo a 62,50 hectómetros. Es decir, un 44 % menos.

Según los datos de Augas de Galicia, el caudal del Lérez supera los cien hectómetros cúbicos solo tres meses al año, de diciembre a febrero. A partir de marzo baja hasta los 27 hectómetros cúbicos de mayo, recupera algo en junio y en verano pasa por su época más critica, que culmina en septiembre cuando el caudal medio apenas supera los nueve hectómetros cúbicos, nueve mil millones de litros.