Aniversario con ofrenda

Chelo Lago

PONTEVEDRA

09 ago 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Dúos Pontes. La Asociación Dúos Pontes cumple 65 años y para celebrarlo, nada mejor que estar de estreno. Ayer presentó, en el santuario de la Virgen Peregrina, el remate del palo de la danza gremial que anualmente interpreta su grupo de baile tradicional en el día grande de las fiestas de Pontevedra, al acabar la procesión. Hasta ahora, por falta de medios económicos, el palo tenía en su extremo un vistoso ramillete de flores, pero no era el remate original. Ancestralmente acababa con una pieza de plata, que fue precisamente, la que llevará a partir de este domingo. Como explicó el presidente de la agrupación, José María Cortizo Martínez, la pieza, totalmente artesana, se abre con un dispositivo para que pueda salir una paloma al finalizar la danza. Tiene forma de calabaza y está rematada por una cruz dorada. En esa misma tonalidad tiene también el escudo del municipio, la concha de peregrino, la imagen de la Virgen y el escudo de Dúos Pontes.

Más novedades. Pero no fue la única novedad de la tarde. En los talleres de bordado de azabache y bolillos que la citada asociación de coros y danzas tiene en marcha, se realizó una esclavina para la Virgen protectora de la ciudad y patrona de provincia, una limosnera y una enagua de lino bordadas. Cortizo explicó que hicieron una parlamenta, que es una variante de la tradicional esclavina muy típica de esta zona y que se utilizaba en grandes solemnidades. Es de terciopelo azul noche y por supuesto, está profusamente bordada, labor que realizó el propio Cortizo.

Ofrenda. Miembros de la asociación, ataviados con trajes tradicionales, ofrecieron a la Virgen tanto la vestimenta como el palo de la danza de las cintas, al son de la música del gaiteiro Félix Boullosa. El palo fue portado por Francisco Alonso, y Aida García-Tuñón llevaba la esclavina y la limosnera, que se acercaron hasta el altar del santuario, con los asistentes puestos en pie. Allí intervinieron, entre otros, José María Cortizo y Raquel Paredes, encargada de hacer la ofrenda, además del presidente de la Cofradía, Juan Abeigón Vidal, que agradeció el ofrecimiento.

Danza gremial. Los orígenes de la danza de cintas de la Virgen Peregrina, como los de las demás danzas gremiales, se fijan entre los siglos XII y XIII, pero fue en el XVIII cuando se generalizaron en toda España. Cortizo explica que muy cerca, en Tenorio, había una danza de cintas que se bailaba en el mes de septiembre, y otra en San Isidro de Montes, en Campo Lameiro. En 1884 se perdió la pista y se supone que desde entonces nunca más se interpretaron. Pero la Sociedad Arqueológica de Pontevedra, con Casto Sampedro a la cabeza, recogió a finales del siglo XIX toda esa tradición, desde los pasos de baile hasta los artilugios que se utilizaban. «Toda esa documentación -añadió Cortizo- está en el Museo y con el entusiasmo del que fuera su director, Filgueira Valverde, conseguimos recuperarla». Por cierto, su hijo José Fernando, no se perdió el acto de ayer, como tampoco lo hizo el durante muchos años presidente de la Cofradía de la Peregrina, Ángel Fernández Arruty.

Recuperación. La danza de la Virgen Peregrina se recuperó en 1992, en el 50 aniversario de Dúos Pontes, pero no se pudo bailar por suspenderse la procesión a causa de la lluvia. Desde entonces, el grupo acude puntual y gustoso a la cita anual. Si bien antiguamente, cuando no estaba la fuente, se bailaba en el atrio de la capilla, ahora se hace en la plaza, al recogerse la procesión. Intervienen en ella cinco parejas de bailarines, la persona encargada de sostener el palo, un gaiteiro y un Tamborileiro. «Esa es -puntualiza Cortizo- la formación clásica de todas las danzas gremiales, aunque en algunas se ve a un grupo de gaiteiros cuando en realidad sólo debe ser uno».