Pontecesures dio buena cuenta de casi mil raciones de lamprea y vibró con los coches antiguos

La Voz LA VOZ | VILAGARCÍA

PONTEVEDRA

VÍTOR MEJUTO

15 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

La recepción de autoridades en el Concello y el discurso del físico y divulgador científico de la TVG Jorge Mira abrieron ayer la Festa da Lamprea de Pontecesures, un concello que se volcó un año más con la reina del río Ulla. El recinto instalado en la zona portuaria cesureña volvió a llenarse y las casi mil raciones de lamprea a la bordelesa cocinadas en los fogones instalados en la plaza de abastos desaparecieron ante el buen apetito de los asistentes. Cada ración costaba doce euros e incluía dos trozos de lamprea, arroz, picatoste y la cazuela de barro, que puede conservarse como recuerdo. Aquellos que aún no han aprendido a saborear la exquisita lamprea no se quedaron sin comer, ya que el siempre más asequible pulpo a feira también estaba a la venta en los puestos de la carpa de la fiesta. La Festa da Lamprea de este año incluyó también, además de una amplia oferta cultural, una exposición de coches clásicos que llamó la atención de los vecinos y visitantes. Con esta iniciativa Pontecesures intenta rememorar su historia y recordar que fue en esta localidad en la que, en el año 1925, se organizó una de las primeras ferias de automóviles que tuvieron lugar en España. En esta primera edición se reunieron en el recinto de San Lois más de cincuenta coches y motocicletas antiguas y clásicas.