La Fiscalía pedirá cárcel para Francisco Granados si no logra explicar el origen de su fortuna en Suiza

Melchor Sáiz-Pardo COLPISA

ESPAÑA

Atlas TV

El exvicepresidente de la Comunidad de Madrid montó dos constructoras en su casa para blanquear los fondos

29 oct 2014 . Actualizado a las 22:54 h.

La fiscal Anticorrupción del caso Púnica, Carmen García, pedirá al juez Eloy Velasco prisión comunicada y sin fianza para Francisco Granados si el exvicepresidente de la Comunidad de Madrid no logra explicar el origen de su dinero en Suiza, los contactos con los empresarios imputados, los movimientos de dinero y los pinchazos telefónicos en los que, supuestamente, hacía referencia al cobro de comisiones. Según fuentes del Ministerio Público, la petición de cárcel para Granados, que declarará entre el jueves y el viernes, no sería la única. Anticorrupción también tiene previsto reclamar prisión preventiva para otros cabecillas de la red desmantelada, entre ellos, quizás, los empresarios 'conseguidores'.

Inmobiliarias en casa

Según fuentes de la investigación, el exhombre de confianza de Esperanza Aguirre montó una operación para poner a salvo parte del dinero de las comisiones de la red Púnica. Una fortuna que, de acuerdo con los planes del ahora imputado, tendría que acabar de vuelta en España, camuflada como ingresos por trabajos a otras sociedades por parte de dos falsas constructoras, sin empleados, sin facturación y sin sedes reales, que el ex dirigente del Partido Popular había montado en su propia vivienda, un chalet unifamiliar en la localidad madrileña de Valdemoro, en el que, por supuesto, no hay una sola oficina y ni un obrero.

Los informes de la Guardia Civil apuntan a que Francisco Granados comenzó a tramar este operativo poco después de que en febrero un agente de la Unidad Central Operativa (UCO) del instituto armado -que fue detenido este miércoles en la propia sede de la unidad- le chivara que la fiscalía helvética había pedido ayuda a las autoridades españolas para investigar el origen de la fortuna del exvicepresidente, ingresada en una sucursal del BNP Paribas, y de su amigo y principal conseguidor de la trama Púnica, el empresario David Marjaliza. Tras sacar apresuradamente los 1,5 millones de euros de Suiza (dinero cuyo paradero aún se desconoce), Francisco Granados abandonó la política definitivamente al renunciar a su cargo de senador cuando se hizo público que tenía una cuenta en el extranjero. El imputado dejó que las aguas se calmaran y hace solo ocho semanas retomó sus planes.

El pasado 3 de septiembre, el exsecretario general del PP madrileño, que jamás había tenido ninguna experiencia laboral en el mundo inmobiliario, creó de forma simultánea dos empresas idénticas con los nombres de Alegra Dealum y Dealum Events, con sede social en su casa un adosado de la calle Venezuela de Valdemoro. Solo días después, el pasado 17 de septiembre, se puso al frente de ambas sociedades limitadas junto a su mujer, María Nieves Alarcón, como socios solidarios de las firmas. Las dos empresas están dedicadas, sobre el papel, al mismo objeto social: «consultaría y asesoramiento de proyectos; intermediación comercial; compra, venta, arrendamiento, construcción, reformas y promoción de toda clase de inmuebles, fincas, solares, pisos, locales y urbanizaciones, libres o acogidas a cualquier ley». Ambas sociedades fueron creadas con capital social mínimo, apenas 4.000 euros cada una, a todas luces insuficiente para tan amplias actividades. Sin embargo, la andadura de Alegra Dealum y Dealum Events no ha sido muy larga.

Los investigadores de la Guardia Civil creen que Francisco Granados no llegó a tener tiempo suficiente para operar con ambas sociedades, si bien aún apenas han comenzado a analizar la documentación incautada sobre esas dos sociedades y, sobre todo, los papeles de las 158 empresas investigadas en la 'operación Púnica' y su relación con las firmas montadas a toda prisa por Granados.