Rajoy se defiende de quienes lo acusan de haber terminado con el Estado de Bienestar

Europa Press

ESPAÑA

Sergio Barrenechea

El presidente del Gobierno ha afirmado que su legislatura va a terminar con menos parados, más afiliados a la Seguridad Social y más personas activas

06 jul 2014 . Actualizado a las 21:05 h.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha reivindicado las reformas de su Gobierno porque han permitido al país, ha dicho, superar la recesión y ha anunciado una «segunda generación de medidas para consolidar el crecimiento» como la reforma fiscal. En la misma línea Rajoy ha afirmado que la legislatura va a concluir con menos parados, más afiliados a la Seguridad Social y más personas activas.

En su intervención de clausura del Campus Faes, en Guadarrama (Madrid), Rajoy ha apuntado que los españoles tienen motivos para ejercer «un patriotismo sereno, cívico y orgulloso de lo que somos» porque viven en «una gran nación» y ha asegurado que la salida de la crisis va a devolver la confianza perdida en los últimos años. «Soy realista y optimista», ha proclamado.

Todo ello, ha continuado, en un contexto de estabilidad institucional que ha permitido abordar la sucesión en la Jefatura del Estado «en quince días sin que pase nada» y manteniendo un Estado del Bienestar «como casi nadie en el mundo», ha defendido.

El presidente no se ha ahorrado elogios hacia el país y ha querido reivindicar el patriotismo español contra las voces que sólo ven críticas. «No podemos permitirnos la tentación del fatalismo o la duda» , ha dicho. «Muchas veces tendemos a ser los jueces más severos con nosotros mismos. España es una democracia de primer orden en el mundo, España es un país respetado y respetable, una potencia económica con éxitos en los cinco continentes», ha recitado.

«Dar la batalla»

De hecho, el presidente ha dedicado buena parte de su discurso a reivindicar que ha mantenido el sistema de pensiones, la sanidad y la educación públicas frente a quienes dan por «liquidado» el Estado del Bienestar y se ha detenido en defender la política social de su Gobierno, ya no sólo la económica.

«Hay cosas que mejorar pero es profundamente injusto la afirmación que hacen algunos de que aquí se ha liquidado el Bienestar. Es una enorme falsedad y no es aceptable. Esta batalla tenemos que darla porque consiste simple y llanamente en una cosa: decir la verdad», ha subrayado.

Y esa «verdad», según el presidente, es que el presupuesto para becas de Educación es este ejercicio más alto que en 2011, el último con José Luis Rodríguez Zapatero en el Gobierno: 1.411 millones frente a 1.168; o que la sanidad «es más universal que antes» y «ningún español queda fuera del sistema», ni hay copago sanitario. «Hay copago farmacéutico, pero es que antes también lo había», ha defendido entre otros argumentos.

También ha defendido de lleno el sistema de dependencia, otra de las grandes críticas a su Gobierno. «Hoy atiende a más gente que en 2011 y la lista de espera se ha reducido», ha dicho. «No me parece justo decir que se está destruyendo el sistema», ha reivindicado.

«Más fácil opinar que decidir»

Rajoy ha ofrecido un discurso de optimismo ante el futuro y ha reivindicado que los españoles se sientan orgulloso porque han superado una profunda crisis. Y tampoco se ha olvidado de repasar la situación económica de partida, el país al borde del rescate que recibió su Gobierno y que recuerda en todas las ocasiones.

Pero ha añadido a continuación que la mejora de la economía, siendo la prioridad, no es lo único objetivo de su Gobierno y que es un hecho que por la crisis «y por acontecimientos indeseados», quizá en referencia a la corrupción, los españoles han perdido la confianza en las instituciones. Ha apostado de nuevo hoy por medidas para mejorar la calidad de la democracia.

En este punto ha recordado que ha encargado a su partido reflexionar sobre medidas como la elección directa de los alcaldes, el aforamiento o la agilización de la Justicia. Las medidas, a partir de septiembre.

Sobre todo ello, ha dicho que quiere escuchar al resto de partidos y recibir sus propuestas, un debate en el que se verá que es más fácil teorizar. «Vamos a escuchar a todos y vamos a comprobar alguna cosa: que es más fácil en esta vida comentar que reformar, más fácil opinar que decidir y más, criticar que construir. En esta materia y en la económica», ha apuntado.