¿Cómo funciona la Unión Europea?

DPA

ESPAÑA

El desconocimiento sobre el funcionamiento de las instituciones europeas llenan la política de Bruselas de mitos y clichés

19 may 2014 . Actualizado a las 21:36 h.

La Unión Europea (UE) y sus instituciones están rodeadas de mitos. Algunos de ellos encierran un fondo de verdad, pero otros se basan en rumores y clichés.

Bruselas es un monstruo burocrático

Para muchos, la UE es un mastodonte burocrático. Pero los 33.000 trabajadores con los que cuenta la Comisión Europea equivalen más o menos a los empleados de la administración de la ciudad alemana de Múnich.

El parlamento europeo no tiene poder

Desde que en 1979 se introdujeron elecciones directas, el Parlamento Europeo ganó claramente influencia. Los eurodiputados votan casi todas las leyes y tienen la última palabra respecto al prespuesto y la elección del presidente de la Comisión Europea.

Alemania es el país que más paga a la UE

Alemania aporta la mayor cantidad de dinero al presupuesto de la UE. En 2012 esa cantidad ascendió a los 11.900 millones de euros. Sin embargo, en relación a su producto interior bruto la contribución de Dinamarca o Suecia es mayor.

Falta de acción en política exterior

La UE juega un papel en las crisis políticas mundiales, como muestran las recientes sanciones a Rusia por la crisis ucraniana. Sin embargo, a los países de la UE les cuesta hablar con una sola voz en política exterior.

Regulaciones absurdas

Aunque fue derogada en el 2009, la directiva 1677/88 sobre la curvatura del pepino sigue siendo uno de los ejemplos de regulaciones poco acertadas o innecesarias adoptadas por las instituciones europeas.

La UE es demasiado cara

Para este año, la UE tiene un presupuesto de más de 130.000 millones de euros, una cantidad que sólo supone un uno por ciento del PIB de los Estados miembro.

Hay demasiadas subvenciones agrícolas

La agricultura se lleva una parte muy importante del presupuesto de la UE, aunque la partida que se destina a este sector es cada vez menor. El porcentaje del presupuesto dedicado a la agricultura se redujo en los últimos 30 años del 70 al 40 %.