Álvarez Cascos, preguntado sobre pagos en metálico en el PP: «No pondré la mano en el fuego»

La Voz EFE | EUROPA PRESS

ESPAÑA

SUSANA VERA

El ex secretario general del partido declaró ante el juez Ruz que «nunca» invadió las competencias del tesorero y manifestó su «plena confianza» en los criterios seguidos por Lapuerta

04 sep 2013 . Actualizado a las 12:02 h.

El ex secretario general del PP Francisco Álvarez Cascos afirmó al juez del caso Bárcenas, Pablo Ruz, que aunque el procedimiento de pago ordinario del partido eran los cheques y las transferencias, él no pondría «la mano en el fuego» por que no se pagara alguna vez en metálico. «Yo recuerdo que el procedimiento ordinario era las transferencias y los cheques. No sé si alguna vez, excepcionalmente, por alguna razón administrativa o burocrática, esto se podría haber quebrado. No pondré la mano en el fuego por eso», aseguró en su declaración ante el juez el pasado 13 de agosto tras ser preguntado sobre si él había recibido pagos en metálico, según la transcripción.

Álvarez-Cascos negó haber recibido retribuciones del PP mientras fue ministro de Fomento y, respecto a los donativos anónimos de la supuesta contabilidad B, dijo que no los conocía porque era un asunto que lo llevaba el tesorero, cuyas competencias «nunca» invadió.«El Partido Popular es un partido normal, y los partidos normales, a diferencia de la KGB, de los partidos de los comunistas, de la GESTAPO o de los partidos nazis, o de Método 3 de los partidos socialistas, no teníamos sistemas de espionaje interno nunca», indicó al juez al ser preguntado por el mecanismo que establecía para fiscalizar a la tesorería cuando era secretario general.

El exministro se desvinculó totalmente de los donativos de empresarios que aparecen en los papeles de Bárcenas, quien explicó al juez que siempre se informaba de ellos al presidente y al secretario general del partido. «Lo que informara el tesorero a los demás lo desconozco, al secretario no le informaba, entre otras cosas porque no tenía que informarle, y el secretario general tampoco le preguntaba», añadió. Los investigadores sospechan que esas donaciones anónimas se ingresaban luego fraccionadas en una cuenta del PP, algo que Bárcenas dijo desconocer. «Jamás he tenido noticias de esa práctica», aseguró.

Sobre si recibió a estos empresarios en su despacho cuando era ministro, respondió que «claro que sí», pero que lo hizo «con normalidad» dentro de sus funciones ministeriales, en las que tuvo relación con más de 400 empresas.

Defensa de Lapuerta

Cascos dijo no tener «la mínima duda ni la más ligera sombra de sospecha» en relación con la actuación del entonces tesorero, Álvaro Lapuerta, y el gerente, Luis Bárcenas. «Yo por los compañeros de la etapa de secretario general pongo la mano en el fuego», dijo. Álvarez-Cascos fue tesorero del partido entre 1990 y 1993, pero, según su declaración, durante ese periodo no estableció ningún mecanismo de control distinto al que ya había y Bárcenas, como gerente, era quien controlaba las cuentas.

Cascos manifiestó en su declaración su «plena confianza» en los criterios seguidos por Lapuerta «durante los años» en los que estuvo al frente de la Tesorería del PP aunque reconoció que mantuvo con él y con Bárcenas «una relación político-profesional y de amistad» que no se mantiene «a día de hoy».

El ex secretario general del PP aseguró ante el juez que «nunca» recibió ningún pago «en efectivo» y tampoco se reunió con ninguna persona que quisiera hacerle entrega de cantidad alguna de dinero. «Yo no he recibido dinero en efectivo ni he trasladado dinero en efectivo a ningún departamento del partido. Yo no recuerdo haber recibido nunca pagos en dinero en efectivo porque los pagos que tengo acreditados por mis responsabilidad lo eran mediante transferencia o mediante cheques bancarios», señala.

Según los apuntes de Luis Bárcenas, Cascos actuaba como recaudador del partido ingresando en metálico el dinero que recibía de empresarios anónimos. El actual presidente de Foro Asturias también habría recibido cuantiosos sobresueldos (casi 600.000 euros) y pagos en dinero negro (412.000)