Feijoo llegó a ofrecer en el 2003 su dimisión por las fotos con Marcial Dorado

M. Cheda / X. M. / D. S. SANTIAGO / LA VOZ

ESPAÑA

Atlas

Cuando era conselleiro de Política Territorial, en el 2003, puso su cargo a disposición de Manuel Fraga por las fotografías con el contrabandista

03 abr 2013 . Actualizado a las 14:38 h.

Como un déjà vu. El mal trago que pasa estos días ante la opinión pública ya lo vivió Feijoo, entonces en privado, un decenio atrás. Cuando solamente habían transcurrido nueve meses y medio desde su nombramiento como conselleiro de Política Territorial, al de Os Peares se le atragantó un desayuno, el del 7 de noviembre del 2003.

El juez Vázquez Taín acababa de ordenar el arresto de Marcial Dorado por su implicación en el decomiso, semanas antes, de 6,5 toneladas de cocaína a bordo del buque South Sea. Durante registros practicados en aquellas fechas en la mansión que el narco posee en A Illa (Pontevedra), aparecieron decenas de fotografías de mediados de los 90 donde se podía ver al arousano, en diversos lugares, acompañado del hoy jefe del Ejecutivo autónomo. La existencia de dichas imágenes apenas tardó en llegar a oídos del dirigente popular, quien, como relató anteayer en rueda de prensa, no dudó en solicitar despacho urgente con quien era presidente de la Xunta, Manuel Fraga, para ponerlo al tanto de todo. No obstante, en su comparecencia del lunes, Feijoo obvió un detalle bastante relevante en el relato de esos hechos: en el marco de aquella entrevista, había llegado a dejar su cargo formalmente en manos del león de Vilalba.

Fraga reaccionó al ofrecimiento ordenando a un estrechísimo colaborador suyo que indagase directamente en fuentes jurídicas sobre la trascendencia real de aquellas instantáneas, acerca de sus posibles implicaciones. «Se me dijo que eran irrelevantes, sobre todo, para el caso. Tan poca importancia les dieron, que se quedaron en la casa donde estaban», revela el encargado de realizar esa gestión.

Cumplida la encomienda, el intermediario trasladó la información recabada a Fraga, quien se ratificó en la decisión que medio tenía tomada, o sea, descartar una dimisión de Feijoo. Dio por muerto el asunto. De hecho, menos de un año después, el 9 de septiembre del 2004, ascendió a vicepresidente primero de su Gobierno al ahora número uno de San Caetano.

Esta historia ha sido corroborada a La Voz por dos de sus cuatro protagonistas. Otro, Fraga, falleció en enero del 2012. Y el cuarto, Feijoo, ayer confirmó haberse «puesto a disposición».

El presidente explicará su relación con Dorado en el Parlamento. Al grupo del PP no le seducía especialmente la idea de exponer a Feijoo a un largo debate con los grupos de la oposición para dar explicaciones sobre la difusión de unas fotografías tomadas hace dos décadas y pertenecientes a su esfera privada, en las que aparece junto al narcotraficante Marcial Dorado. Pero el empeño que pusieron en esta petición AGE y el BNG, de un lado, y el PSdeG, del otro, acabó dando sus frutos, hasta el punto de que los populares accedieron ayer a ponerle fecha a la que puede ser una de las comparecencias plenarias de mayor relieve de la vida política de Feijoo, que se sustanciará el próximo miércoles día 10 a las diez de mañana.

La comparecencia estará abierta a preguntas. A cambio, en la reunión celebrada ayer por la Xunta de Portavoces del Parlamento, el PP puso la condición de que la oposición renunciara a las cuestiones que suelen plantear en la sesión de control (los grupos ya habían registrado algunas relacionadas con las fotografías de Feijoo y Marcial Dorado). «As preguntas da oposición dábanlle xa ao presidente da Xunta a oportunidade de explicarse», remarcó el portavoz popular, Pedro Puy, que apuntó que la oposición intentaba elebrar una especie de «doble comparecencia». La objeción planteada por el PP llevó a los portavoces de AGE y el BNG, Xosé Manuel Beiras y Francisco Jorquera, a calificar respectivamente de «surrealista» y de «inaudita» la reunión, aunque ante el temor a que la comparecencia de Feijoo se llegara a frustrar, el propio Beiras accedió a retirar, si así se demandaba, su pregunta dirigida al presidente de la Xunta por este asunto.

Los demás grupos aceptaron este planteamiento, lo que permitió a todos felicitarse, cada uno a su modo, por el acuerdo alcanzado. La oposición reivindicó que Feijoo dará explicaciones gracias a la presión ejercida. «Feijoo comparece collido por unha orella polos grupos da oposición», llegó a decir el portavoz del PSdeG, Abel Losada, al término de la reunión. Y desde el PP, Pedro Puy sacó pecho poniendo en valor que el mandatario autonómico está demostrando un «exercicio enorme de transparencia dende o primeiro momento», que empezó con las explicaciones dadas a la prensa, al grupo del PP y, en pocos días, también a los grupos de la oposición.

Respaldo de los suyos

Entretanto no se sustancia el careo parlamentario de Feijoo, que tendrá una duración estimada de dos horas, el presidente de la Xunta empezó a recibir ayer diversas muestras de adhesión y de apoyo de su propio partido, tanto desde Madrid como desde Galicia. Empezando por el alcalde de A Coruña y amigo personal, Carlos Negreira, quien aseguró que la «presunta munición caducada» utilizada contra Feijoo no le va a hacer cambiar el criterio que tiene del actual presidente del PPdeG desde hace 35 años.

El portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, trasladó el «apoyo, solidaridad y cercanía» de su grupo contra unas críticas que juzgó «extemporáneas». El ministro de Exteriores, García-Margallo, calificó de «transparente» la explicación. Y Ruiz-Gallardón, que ve en Feijoo a «uno de los activos más importantes» del PP, rechazó «rotundamente» su dimisión.

Feijoo no acudirá hoy a la Junta Directiva Nacional del partido en Madrid porque en su agenda estaba programado hace tiempo un acto organizado por Citroën en Vigo.