Un partido en estado de choque

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Las últimas revelaciones han causado descontento en las bases

02 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Primero fue el hecho probado de que Bárcenas ocultó 22 millones en un banco suizo. Luego la información que aseguraba que la cúpula del PP cobró sobresueldos en negro. Y, por último, de momento, la publicación de las anotaciones en las que figura que Rajoy cobró 20.500 euros anuales durante once años. Estas revelaciones han provocado conmoción en la calle de Génova, disgusto entre los barones y descontento mayúsculo entre las bases.

Los barones

Preocupación y presión. Los dirigentes regionales están muy preocupados. Temen que se extienda la sensación de que todos los líderes del PP, sin distinciones, son corruptos, y acabe afectándoles. La intervención de De Cospedal, negándolo todo pero sin aclarar nada, no los ha convencido. Ni mucho menos. Algunos han dado la cara públicamente. El presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha sido el más claro, al reclamar «celeridad y contundencia». «Hay que dar un paso más y apoyar a la Justicia para que investigue», dijo ayer, ya que lo publicado tiene un soporte material para ser investigado por los tribunales. Además, señaló que «no es bueno matar al mensajero» después de que la secretaria general anunciara acciones legales contra los medios. El balear Bauzá y el extremeño Monago se han manifestado en una línea similar. Alberto Núñez Feijoo lanzó ayer este mensaje a la dirección: «Hay que investigar más, auditar más y dar las explicaciones que los ciudadanos nos requieren». Los barones, que no se han sido contaminados hasta ahora, son vistos cada vez más como la esperanza para la regeneración del partido. El presidente gallego ya era el mejor situado como futuro recambio de Rajoy, pero los últimos acontecimientos le otorgan un papel muy relevante como referente para afrontar lo tiempos tormentosos.

El equipo de Rajoy

Soraya versus De Cospedal. La vicepresidenta del Gobierno ha ganado posiciones en la soterrada batalla interna que mantiene con la secretaria general. No está implicada en el cobro de sobresueldos, al contrario que De Cospedal, y además no ha tenido que hacer el papelón de salir a refutar el contenido de unos papeles que con el paso del tiempo y la aportación de testimonios ganan credibilidad. La presidenta castellano-manchega saldría muy malparada si se demostrara que los pagos existieran, ya que negó toda veracidad a los apuntes.

Esperanza Aguirre

A la espera, pero sin opciones. La expresidenta madrileña es la mayor crítica de Rajoy desde que quiso desbancarlo en el 2008. No ha perdido la oportunidad de debilitar a su adversario político, al que lanzó una carga de profundidad cuando dijo que le parecía muy raro que nadie de la dirección conociera los manejos de Bárcenas. Esos días multiplicó sus intervenciones, repitiendo el estribillo del «caiga quien caiga». Tras la publicación de los papeles del extesorero guarda silencio y se mantienen a la expectativa.

Las bases

Entre los militantes de base cunde el desconcierto, el desánimo y el descontento. Está surgiendo un movimiento crítico con la dirección, cuya débil reacción les deja sin argumentos en la calle, donde crece la protesta. El malestar se ha traducido ya en que dos concejales se han dado de baja en el partido, David Pasarin-Segunde, de Galdácano, y Eduardo Junquera, de Gijón. En el País Vasco es donde peor han caído las informaciones, ya que muchos concejales se jugaban la vida mientas el extesorero se enriquecía y se llevaba el dinero a Suiza. Antonio Basagoiti no se ha mordido la lengua.