La escritura, un identificador único que señala al extesorero

Laura Lizancos Mora

ESPAÑA

02 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El texto publicado en El País se corresponde con la letra de Bárcenas, si se tienen en cuenta criterios estrictamente técnicos. La escritura es algo único, personal e intransferible. Igual que reconocemos a quien está al otro lado del teléfono, sin ver su cara, o somos capaces de identificar a alguien en la distancia por su manera de caminar, la escritura tiene incrustadas nuestras características personales, que nadie puede llegar a imitar, ni siquiera las máquinas.

La Guardia Civil aporta a la causa judicial dos cartas que han sido escritas por Bárcenas. Si se las compara con las anotaciones manuscritas que se han publicado estos días en los medios, se puede deducir que los elementos fundamentales del grafismo son plenamente coincidentes entre la muestra pericial y lo impreso.

Hay ejemplos para argumentar esta tesis. El documento que ha aparecido en la prensa está realizado de una forma muy espontánea y limpia, sin retoques ni enmiendas, que parece indicar inicialmente que es propio de una mano que escribe con naturalidad, de un nivel motriz superior. Y tiene elementos coincidentes con la muestra. El grosor del trazo, el lugar donde el autor apoya cada letra, la manera peculiar de escribir algunas y el ritmo que imprime. En todas ellos, el gesto es identificable.

Pero para realizar estas comparaciones y no errar desde el principio, lo ideal es siempre tener documentación legalmente válida u oficial. Contar con el DNI y que el cuerpo de escritura, que servirá como prueba, se haya realizado en presencia de las autoridades competentes. También se debe practicar sobre el documento pruebas lumínicas y microscópicas que avalen su autenticidad y analizar técnicamente que el documento no ha sido escaneado.

En el caso caso en cuestión, estas inspecciones no se han podido realizar, por lo que conviene ser técnicamente prudentes, a pesar de las evidencias de que se trata de la letra de Bárcenas.