Contratos a cambio de dinero, relojes y comidas

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

ESPAÑA

La trama destapada en torno al grupo Vendex ha provocado la caída de dos alcaldes y la imputación de otros dos

04 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

«Carro sen engraxar non anda». El refrán viene de perlas para entender la trama de la operación Pokémon que tanta convulsión está generando. Las investigaciones desarrolladas hasta ahora por la jueza De Lara y el equipo del Servicio de Vigilancia Aduanera que trabaja para ella desde hace meses revelan que para conseguir adjudicaciones en algunos concellos gallegos supuestamente había que engrasar. Sin untar, el eje chirría. Esta red ha provocado la caída de dos regidores y la imputación de otros dos. Dejaron el bastón de mando Francisco Rodríguez (Ourense, PSOE) y Adolfo Gacio (Boqueixón, PP). Y han sido imputados López Orozco (Lugo, PSOE) y Ángel Currás (Santiago, PP).

Por lo que se conoce hasta ahora, son dos los personajes principales en esta presunta red de corruptela que, de momento, supuso la detención de 27 personas, de las que tres acabaron en la cárcel. Solo una de ellas está actualmente entre rejas. Se trata de uno de los principales actores de la película: Francisco Fernández Liñares. Fue varios años presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil y muchos más concejal en el Ayuntamiento de Lugo y uno de los hombros sobre los que se apoyó el actual alcalde López Orozco, al que también dio de lleno la trama.

A Liñares hay que unir otro protagonista en la cinta: Gervasio Rolando Rodríguez Acosta, de origen cubano pero afincado en Madrid desde hace muchos años. Se le considera uno de los mandamases del grupo Vendex, creado en 1967 en Madrid y que actualmente supera la treintena de empresas con más de una veintena de delegaciones en toda España. Vendex tiene adjudicaciones en bastantes concellos gallegos, y en algunos, como es el caso de A Coruña, varias.

Pues bien, si los investigadores no se equivocan, resulta que Gervasio Rolando sabía jugar perfectamente el papel de engrasador. Tenía claro, así se desprende de lo que dijo en alguna declaración, que si no untaba, no había adjudicación de ningún tipo. Se sabe que pagar con relojes, comidas y otro tipo de detalles era como coser y cantar. Pero parece que no se quedaba ahí el asunto. En las declaraciones aparecen versiones que hacen sospechar que los Rolex no bastaban. Supuestamente circulaban sobres periódicamente con cantidades que se repartían quienes estaban en la trama.

¿Y Liñares? Supuestamente sería uno de los engrasados. En su casa la jueza halló multitud de objetos que podrían ser regalos recibidos. El exconcejal lucense, durante sus muchos años en el concello, también aprovecharía para ponerse, o poner a alguien de su cuerda, en alguna empresa que pudo haber sido favorecida mientras él estuvo en el Concello. Ese es el caso de una firma que se llevó la adjudicación de la explotación de los buses urbanos de la ciudad y a la que finalmente acabó subiéndose sin ningún reparo.

El expresidente de la Hidrográfica tiene más frentes abiertos. Por un lado, algunas adjudicaciones que hizo cuando estuvo en el organismo con sede en Ourense, y por otro, incluso algunas oposiciones del Concello de Lugo. Él es el eje, pero hay más nombres que pueden unirse a la lista de la trama.