«Queremos que el cliente esté como en casa»

Marta Vázquez Fernández
marta vázquez OURENSE / LA VOZ

XINZO DE LIMIA

Ángel Canal y Juan Varela con el pincho Máscara, ganador del premio del jurado profesional del concurso Sabores de Primavera.
Ángel Canal y Juan Varela con el pincho Máscara, ganador del premio del jurado profesional del concurso Sabores de Primavera. miguel villar

El restaurante es el más premiado en el concurso de pinchos que organizan Concello y hosteleros

16 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace cuatro años dos cocineros ourensanos quisieron poner en marcha un proyecto personal. Una idea de negocio sostenible en el que los productos locales fuesen el alma y la razón de ser de la cocina. Así surgió La estación de Loman, un restaurante que no solo cuenta con el respaldo del público, sino también con premios que avalan su calidad. El último ha sido el del jurado profesional del concurso local Sabores de Primavera, al que presentaron una propuesta dedicada a Xinzo de Limia y llamada Máscara. «Es un pincho que ofrece una comida, un postre y una bebida», explica Ángel, que asegura que con esta receta quisieron mostrarse fieles a sus principios y apostar por lo cercano, homenajeando a una de las principales villas y a su fiesta. «Como en Xinzo el postre típico es la oreja de carnaval, el pincho es un semicono de oreja». Es solo la base de un acabado con muchos matices que contiene, entre otros productos, ternera de A Limia y ricota de leche de oveja, elaborada por un productor de la misma comarca. El resultado final se embellece con «lágrimas de vino de casa, porque en Xinzo cada familia hace su vino y queríamos homenajear eso».

Con tanto cariño y dedicación a los productos de calidad y la tierra era lógico que el pincho -que al igual que todos los que concursaban se vendía por 2,5 euros- sedujese al jurado del certamen, pero resulta que no es la primera vez que esto ocurre. Más bien al contrario, porque La estación de Loman es el restaurante más galardonado de todos los que han participado en el concurso desde su puesta en marcha. Y eso es por algo. «Somos cocineros polivalentes, promovemos siempre los productos naturales y nos adaptamos a los gustos del cliente, porque queremos que se sienta como en su casa cuando viene a nuestro restaurante», asegura Ángel.

Hamburguesas

El local ya es muy conocido entre la clientela ourensana por sus hamburguesas de calidad pero además, queriendo dar un paso más y buscando que la experiencia del cliente vaya más allá de la degustación de una comida, acaban de montar su propio huerto, restaurando un patio al que tiene acceso la cocina de su local y que se encontraba en estado de abandono total. «Queremos tener un restaurante con su propio huerto ecológico, en el que se van a cultivar pimientos, cebollas, tomates... todos esos productos que se podrían encontrar en cualquier huerto particular», afirma el cocinero, que considera importante que el negocio ofrezca un valor añadido y se diferencia del resto.

«La experiencia nos dice que el cliente aprecia la calidad, se fijan en los productos que se utilizan y les gusta lo bueno», comenta el hostelero, que considera que con el trabajo que se hace en su restaurante se está poniendo un granito de arena para situar a la capital ourensana en la vanguardia de la cocina. «Queremos formar parte del equipo que trabaje para que Ourense sea un punto clave de propuestas culinarias, para que lo que se hace en la ciudad adquiera una mayor dimensión», afirma Canal.

Buen momento

Ambos cocineros coinciden en que la cocina está pasando por un buen momento pero creen que la clave para conseguir buenos resultados y el respaldo del público es la capacidad para poner sobre la mesa «propuestas diferentes». «Nosotros ofrecemos un pan único en la ciudad, somos un restaurante sin gluten y podemos atender todo tipo de posibilidades», concreta Ángel, que valora muy positivamente los cuatro años de andadura de un proyecto que recientemente ha cambiado su ubicación a la calle Monte Medo, a la altura del número 5, muy cerca del corazón de la zona de Os Viños y el casco antiguo. «Lo único que pretendemos es agradar a los clientes, que les quede un poso cada vez que vengan a nuestro local, eso para nosotros es el verdadero logro», advierte Ángel, que ofrece la cercanía como valor añadido.