Los concellos hallan el modo de gastar más en personal pese a las restricciones

XINZO DE LIMIA

Los ayuntamientos asignan a su plantilla una media de 272,4 euros por habitante

21 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Algunas llegaron con más retraso que otras, pero el Consello de Contas ya cuenta con la liquidación del presupuesto de todos los ayuntamientos de la provincia correspondiente al año 2013. Los datos facilitados por las entidades locales ourensanas revelan que lograron encontrar el modo de gastar más en personal pese a las restricciones que existen actualmente para contratar trabajadores en la administración pública. En el ejercicio anterior, el 2012, los 92 concellos de la provincia habían destinado a ese capítulo 85 millones de euros. Esa cantidad se vio incrementada en el año 2013 hasta alcanzar los 87,7 millones.

Estos datos contrastan con las restricciones legales a la contratación, motivo alegado por distintos gobiernos municipales para tener determinados servicios cerrados o infradotados. Así ocurrió, por ejemplo, con el ejecutivo socialista de la capital y la Casa da Mocidade o con el popular de Xinzo, que no pudo incorporar el profesorado que necesitaba su conservatorio hasta que recibió una subvención ya que con fondos propios tendría prohibidas esas contrataciones.

En el gasto en personal tienen una influencia determinante los condicionantes geográficos y demográficos. Se da la circunstancia de que los ayuntamientos donde se produce un mayor dispendio en este capítulo son, salvo contadas excepciones, los que están en zonas de montaña, con una población dispersa y envejecida. Allí hacen falta más trabajadores para prestar los mismos servicios que en otras localidades y, por lo tanto, se genera un mayor gasto.

Caso a caso

El color político de los gobiernos locales también es un factor a tener en cuenta. La defensa de los servicios 100 % públicos se traduce en un incremento en el gasto de personal y en Manzaneda (analizado pormenorizadamente en la página siguiente) se cumple ese precepto y el de ser un concello de montaña, motivo por el que la inversión por habitante en este capítulo se dispara por encima de los mil euros. Este concello, gobernando con mayoría absoluta por Anova, supera ampliamente la media provincial, que se sitúa en 272,4 euros.

Más allá de casos particulares, en las cabeceras de comarca o grandes villas el dispendio ronda esa cifra, con leves variaciones hacia arriba o abajo. Destaca, no obstante, el caso de Xinzo. En la capital de A Limia (analizado también en esta doble página), el gasto por habitante es superior a los 400 euros. En el otro lado de la balanza están ayuntamientos como O Carballiño o Verín, por debajo de la media provincial, aunque el que menos dinero dedica por habitante a pagar a su plantilla es el de Boborás (112 Euros).

A inversiones destinan menos de la mitad de lo que va a pagar sueldos

Salvo por las restricciones legales que impiden realizar contrataciones nuevas o por los recortes salariales ordenados desde Madrid, los ayuntamientos tienen poco margen para rebajar sus gastos de personal a menos que apliquen un ERE, como se llegó a plantear en Xinzo de Limia, por ejemplo. Con motivo de la crisis, la tijera se aplicó, sobre todo, en las inversiones, es decir, básicamente en la ejecución de obras.

Según la liquidación de los presupuestos municipales del año 2012, los 92 concellos ourensanos gastaron en pagar a su personal 85 millones de euros, mucho más del doble de la cantidad destinada a inversiones reales (36 millones de euros). Aunque no lo parezca, se trata de un dato positivo si se tiene en cuenta que inicialmente los ayuntamientos de la provincia habían presupuestado 9 millones menos, pero fueron capaces de aplicar modificaciones de crédito o captar fondos de otras administraciones para incrementar ese capítulo.

El ayuntamiento más inversor en términos absolutos es, lógicamente, el de la capital. En Ourense el dispendio final en este capítulo fue superior a los nueve millones y medio. Destacan también los concellos de Xinzo de Limia, Verín, San Cibrao das Viñas, O Barco de Valdeorras y Allariz, todos ellos con inversiones que superan el millón de euros.

Exactamente por el motivo contrario destaca la dotación económica destinada a este tipo de gasto por los concellos de Punxín y Padrenda, que invirtieron poco más de 4.000 euros, pero es especialmente llamativo el caso de Os Blancos, donde no fue gastaron ni un solo euro.