Serafín González Prieto: «La agricultura debe ser sostenible»

SINDO MARTÍNEZ XINZO / LA VOZ

VILAR DE BARRIO

CEDIDA

La sección Antela de la SGHN celebra hoy su sexto aniversario en A Limia

04 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La sección Antela de la Sociedade Galega de Historia Natural conmemora este mediodía su sexto año de actividad. El 4 de febrero de 2011, coincidiendo con el Día Mundial de los humedales, un grupo de simpatizantes del movimiento ecologista decidieron iniciar una serie de actos en una comarca caracterizada por problemas medioambientales serios. La existencia de algunas prácticas agrícolas y ganaderas en ocasiones no muy respetuosas con la preservación natural definen desde hace años a A Limia. El masivo uso de fertilizantes y abonos, y la enorme cifra anual de generación de purines agrícolas de las granjas porcinas y avícolas, traen consecuencias para el medio ambiente que se han traducido en una degradación de la calidad de los ríos locales.

Serafín González Prieto, responsable de la SGHN, considera que la actividad de defensa ambiental no obsta para un desarrollo sostenible de la tarea de los labradores y ganaderos. «La ganadería y la agricultura debe ser sostenibles. Nosotros hemos demostrado que es posible en casos como el de A Limia», señala como idea fuerza.

Pone de ejemplo el proyecto de recuperación de una antigua veiga de la concentración parcelaria en pleno corazón de la antigua Lagoa de Antela, en Vilar de Gomareite (Vilar de Barrio). «Hace año y medio empezamos a limpiar todo aquella zona, más de nueve hectáreas en total. Al final sacamos más de 100.000 kilos de materiales, sobre todo piedras y todo tipo de residuos inorgánicos -dice el presidente de la SGHN-. Hoy en día hay una explotación extensiva de vacas que pastan en ese terreno».

Otro de los pilares de la labor de la sección Antela se desarrolla desde hace años en una parcela de poco más de una hectárea en Vilaseca, en Trasmiras. Allí se intenta crear el entorno adecuado para que una pequeña maravilla de la naturaleza, de 30 centímetros de altura y de colores vivo, vuelva a habitar en lo que era una de sus comarcas favoritas. El intento de recuperación de la mítica avefría -choromica en la tradición oral antelana-, de la que se conservan apenas una decena de reproductoras en toda Galicia, va por buen camino. «La lámina de agua o riachuelo donde pueda nidificar esta especie ya está hecha en Vilaseca. Fue un proceso laborioso. Hubo que pedir muchos permisos. Se logró crear esa lámina que se llenará a partir de ahora, en la época de lluvia, de agua. Esperamos que a lo largo de este año pueda verse por allí algún ejemplar de esta especie», resume González.

La tercera pata de la labor de la SGHN en la comarca se lleva a cabo en otro punto emblemático: las charcas procedentes de las explotaciones areneras que comenzaron a proliferar hace casi medio siglo en Sandiás. El grupo ecologista mantiene allí otro proyecto que afecta a varias parcelas; en una superficie total de unas cinco hectáreas. «Tratamos de suavizar los taludes que existen entre las pistas y las islas que se han formado tras las extracciones de áridos. Eso permite que diversas especies puedan nidificar y establecerse allí», explica González. También en este caso se busca un mirlo blanco, nunca mejor dicho. Se trata de recuperar el chorlitejo chico. Es otra pequeña joya alada de la madre naturaleza, antaño frecuente en el cielo antelano y hoy muy escasa en toda Galicia.

La sección antelana de la SGHN cuenta con unos 40 asociados que de vez en cuando, como hoy, se acercan hasta los tres lugares de actuación del grupo para trabajar. «Es ilusionante ver que algunas personas se acercan en su día libre a trabajar en esta zona. A veces somos más y otras somos menos», apunta González.

Más de una década. Serafín González Prieto, doctor en biología, es el máximo responsable de la SGHN desde hace más de una década. LA SGHN nació hace ya 44 años con el objetivo de preservar el patrimonio natural de Galicia. Además de su labor de recuperación ambiental, el grupo se ha movilizado contra la mina de Corcoesto, en Cabana, o la degradación del río Limia.