A Rúa y Viana do Bolo ponen a dieta sus fiestas gastronómicas

María Cobas Vázquez
maría cobas O BARCO / LA VOZ

VIANA DO BOLO

Los nuevos gobiernos trabajan en rebajar los gastos de las citas festivas

28 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Llegado ya el frío, el calendario gastronómico vuelve a intensificarse en la provincia de Ourense. Las fiestas con la comida como protagonista en la que se citan cientos de personas vuelven a la orden del día en la vida social, pero en algunos casos se han puesto a dieta y el menú será más ligero. En Viana do Bolo el objetivo es bajar los gastos que supone la Festa da Androlla para las arcas municipales; y en A Rúa de Valdeorras, incluso podría ser que no se celebrase la Festa do Codillo.

La regidora ruesa, María González Albert, lo tiene claro. Si causa déficit, no habrá codillo. De haberla, será el 30 de enero. Con ambas posibilidades trabaja el gobierno local. Y ninguna está descartada ni ninguna está a día de hoy más decidida que otra. ¿Habrá o no habrá, entonces, la novena edición de la Festa do Codillo? Pues depende de los números. Unos 10.000 euros de pérdidas cada año son a juicio del bipartito un gasto inasumible. «Estamos mirando se é posible facela rebaixando gastos, igual non é preciso ter manteis de tela ou outras cousas... Se conseguimos que saia sen gasto público, será o día 30; se non, non haberá», avanza la regidora. El gobierno sigue haciendo cuentas.

En adelgazar los números, pero nunca con la posibilidad de suspender la fiesta gastronómica puesta sobre la mesa, trabajan también en Viana. Durante sus años en la oposición, el ahora alcalde, Secundino Fernández, criticó con insistencia el alto coste que tenía la Festa da Androlla para las arcas municipales. Hasta cerca de los 60.000 euros venía dejando de déficit la Festa da Androlla cada año.

La cita del Domingo Gordo del entroido seguirá costando dinero, porque se invita a comer a todos los foliones que participan en el desfile. Y eso se mantendrá. «Eles son parte fundamental da festa», señala el alcalde. Pero hay por dónde cortar, defiende Fernández. Para empezar, en el número de invitaciones a mayores de los foliones, que el PP nunca hizo públicas pero que el BNG cuantifica en 500 en vista de los números. «Pagaban unhas 900 persoas, así que se había 1.400 dentro, uns cincocentos iban invitados», apunta el regidor nacionalista, que avanza que su intención es rebajar ese número a cien (y hacer público el listado, en el que estará el gobierno, los pedáneos y los representantes de otras administraciones, apunta). Además, otra variable en la que se está trabajando es en rebajar el coste del plato. El menú (compuesto de consomé, cocido con androlla y otras carnes, cabrito con ensalada, bica, café, bebidas y queimada) salía entre 35 y 40 euros por cabeza cada año, mientras que los comensales pagan apenas 22. El gobierno está hablando con los proveedores para tratar de bajar esa cifra. «Recortando por todos eses lados, xa se poderá baixar o gasto para poder dedicar eses cartos ao entroido. Non parece lóxico que fose todo para un xantar e quedase pouco para o resto», dice.