Las catas redefinen la Torre da Pena como un notable castillo medieval

SINDO MARTÍNEZ XINZO / LA VOZ

SANDIÁS

CEDIDA

Recientes excavaciones de la Xunta valorizan este enclave del siglo XII en Xinzo

19 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Un reciente trabajo de arqueólogos de la Xunta redescubrió la trascendencia histórica de la torre medieval de A Pena en Xinzo de Limia, que según todos los indicios, pudo acoger no solo una edificación defensiva, sino un castillo, con un notable enclave poblacional.

Esta torre forma parte de las cuatro fortificaciones que protegían A Lagoa de Antela en la época medieval: la de A Pena en Sandiás (en ruinas), la de A Forxa en Porqueira y la de Celme en Rairiz (de la que hoy no se conserva ningún vestigio).

El informe de los arqueólogos verificó que solo se conserva en buen estado la fábrica exterior de la torre de homenaje y algunos tramos de la muralla exterior.

Las catas arqueológicas y la limpieza de maleza del enclave permitieron descubrir aspectos poco conocidos. El jefe del servicio de arqueología de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural, Roberto Pena, expuso: «A la espera de la memoria definitiva tras la actuación efectuada, A Pena era, en principio, un castillo, no una más de las torres medievales antelanas». Un cercano yacimiento arqueológico refuerza esa posibilidad. «Pudo tratarse del enclave central del que se coordinaba la actuación de las otras torres. Se trata, en todo caso, de un espacio de un valor singular; ubicado en un emplazamiento de gran belleza», defendió Pena.

El informe definitivo, aún por concretar, también revelará la datación exacta del conjunto, fijada inicialmente en el siglo XII. Este experto en patrimonio aseguró que la estructura de la torre defensiva se encuentra en buen estado de conservación tras una reforma acometida hace casi dos décadas. «Hay algunas goteras pero no es nada grave», dijo.

El interior de la estructura cuenta con tres niveles. A ese espacio no es posible acceder hoy sin las escaleras ni el equipo adecuado, dado que ese acceso se halla en un promontorio escarpado e inseguro.

El salto cualitativo de la puesta en valor de unos vestigios, según Pena, puede ser una recomposición en tres dimensiones de todo el conjunto monumental. Esa reconstrucción digital fue uno de los apartados de la actuación llevada a cabo por la Xunta en varias fases y que concluyó hace escasas semanas. Según el jefe del servicio de arqueología de la Dirección Xeral de Patrimonio, esa reproducción podrá ser contemplada y será esencial para el conocimiento general sobre ese conjunto medieval.

El problema de acceso está pendiente de una petición planteada en su día por el Concello a la Axencia Galega de Turismo para la construcción de una rampa que permita al visitante poder adentrarse en el interior de la edificación.

Búhos en el interior

Otro de los aspectos revelados durante los trabajos de inspección y valorización de la fortaleza es que en su interior anidan búhos, ya que se detectaron restos de pequeños cadáveres.

La realización de esa reproducción en 3D podrá ser contemplado en breve plazo en Xinzo. Se basó en un levantamiento planimétrico del yacimiento y la obtención de un modelo digital del terreno. Los trabajos tuvieron un coste de 10.036,95 del total de los 24.000 euros invertidos en la mencionada actuación.

También se llevaron a cabo actuaciones de rozado manual de la vegetación. Se centraron en el recinto superior amurallado, ubicado alrededor de la torre y en su contorno, limpiándose 3.000 metros cuadrados. La realización de seis catas o sondeos arqueológicos en 26 metros cuadrados permitió evaluar las diferentes zonas del castillo.

La Torre da Pena está declarada Ben de interese cultural (BIC), según un decreto de 1949 de protección de los castillos españoles. La fortaleza se encuentra incluida dentro del planeamiento urbanístico de Xinzo como yacimiento arqueológico.

La parcela y el monumento fueron cedidos por el Gobierno a la Xunta a través de un decreto firmado en 2009 en el que también se incluían las torres de Sandiás y Porqueira.