Los guardianes de los montes

Maite Rodríguez Vázquez
MAITE RODRÍGUEZ OURENSE / LA VOZ

PADERNE DE ALLARIZ

<span lang= es-es >Control de plagas</span>. Recorren su zona para comprobar si hay plagas en los árboles. Preocupa la de la avispilla del castaño, provocada por un insecto que deposita sus huevos en las yemas de las ramas. Envían los parámetros que marca el Servizo de Montes, que decide si se hacen tratamientos. Este agente dio charlas sobre el cáncer de los castaños. Se previene plantando especies híbridas y desinfectando las herramientas de poda.
Control de plagas. Recorren su zona para comprobar si hay plagas en los árboles. Preocupa la de la avispilla del castaño, provocada por un insecto que deposita sus huevos en las yemas de las ramas. Envían los parámetros que marca el Servizo de Montes, que decide si se hacen tratamientos. Este agente dio charlas sobre el cáncer de los castaños. Se previene plantando especies híbridas y desinfectando las herramientas de poda.

Más de un centenar de agentes forestales cuidan los espacios naturales en Ourense

24 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Casi el 80 % del territorio de la provincia de Ourense es de superficie forestal, un total de 575.476 hectáreas, y más de la mitad son arboladas. Un amplio territorio natural que puede generar riqueza pero que también es objeto de maltrato y malos usos. Los agentes forestales vigilan la explotación ordenada del monte y cuidan de que no se realicen en él actividades ilegales o que lo dañen.

En Ourense, la administración autonómica cuenta con 112 de estos funcionarios para realizar las diversas tareas que tienen como cometido. Pasamos una parte de la jornada laboral con uno de los agentes que trabaja en el distrito doce. El trabajo de un forestal es variado y ameno, nos comenta Rafael Cudeiro, que trabaja en al demarcación de Allariz-Maceda. Es así en la época de bajo riesgo de incendios. Cuando empieza la temporada de peligro de fuegos forestales, el trabajo se vuelve incluso peligroso. Todos los esfuerzos se centran entonces prácticamente en la prevención, extinción e investigación de los incendios.

Encontramos a Cudeiro terminando de realizar unos planos sobre unas fincas en las que se va a hacer una subasta de madera. La Xunta hace los trabajos silvícolas a comunidades de montes en mancomún con las que tiene establecidos convenios o consorcios. Visitamos una de esas zonas de producción forestal cerca de Os Milagros, que está en buen estado después de los desbroces y claras realizados. Los agentes forestales hacen propuestas sobre los trabajos a realizar en las parcelas y las mediciones y cálculos antes de que la madera se subaste. Cuando se vende, las comunidades de montes se quedan sobre un 70 % de la recaudación y el resto es para pagar los trabajos a la Xunta. En lugares como el Monte dos Medos, que pertenece a varias parroquias, estas labores han permitido sacar grandes cantidades de madera, recuerda.

Limpiezas y cortafuegos

Una parada es para supervisar y guiar la tarea del conductor de un buldócer que está abriendo un cortafuegos o pista forestal en la zona. «Nos chama se ten algún problema ou se hai que facer algunha modificación», explica Cudeiro. El buldócer se emplea también para en las extinciones de incendios pues aparta el combustible hacia la zona quemada y establece una franja de seguridad de cuatro metros.

Otra tarea que realizan es comprobar que se retira la leña cortada. En una finca, el agente forestal observa que sigue dispuesta en montones y sin recoger. Por peligro de incendio sería denunciable y se tramitan muchas denuncias por este asunto, pero el agente prefiere intentar localizar primero al propietario. Observa que la corta está bien hecha y parece que han intentado entrar a retirar la leña pero no ha sido posible por lo encharcado que está el terreno.

Cudeiro continúa hasta Paderne de Allariz para supervisar si el lugar donde se ha solicitado un permiso de quema reúne las condiciones de seguridad, como estar a unos metros de árboles y con los restos bien apilados. Luego informará para que se autorice o deniegue de forma definitiva.

Dirigen la extinción de los incendios

El trabajo de un agente forestal cambia completamente cuando se avecina la época de riesgo alto de incendios. Se encargan de vigilar el tránsito de vehículos a motor, como quads o todoterrenos para prevenir que provoquen fuegos.

Cuando el vigilante de una torreta da una alerta por fuego forestal o un particular avisa a través del teléfono 085, quienes primero se presentan son el agente con una motobomba y una o dos brigadas. Este funcionario se convertirá en el director de extinción. Encomendará las tareas a los brigadistas, informará y solicitará más medios, si fuesen necesarios, al centro de coordinación del distrito.

«En Galicia, o axente encárgase do 90 % dos incendios», apunta Cudeiro, quien sostiene que esta es la parte más desagradable de su trabajo. El responsable estará al pie del fuego y decidirá qué se hace en cada momento. En estas circunstancias, explica Rafael Cudeiro, es importante «coñecer o terreo, o estado do mesmo e os combustibles, xa que facilita en gran medida o deseño da estratexia para a extinción, e que os danos para a natureza sexan os mínimos e loxicamente que non haxa accidentes nos profesionais que traballan na extinción».

Rafael Cudeiro considera que un factor importante para la prevención de incendios es la investigación de sus causas, tarea para la que, considera, que están preparados los agentes medioambientales.

Sin brigadas de investigación

«Paradoxicamente, aínda que é a provincia con máis incendios, en Ourense é onde menos se investiga. As BIIF (Brigadas de Investigación de Incendios Forestales) compostas por dous axentes medioambientais, que acadaron grandes resultados, están desmanteladas por falta de vontade. Non se comprende que no norte de Galicia, con menor número de lumes, as BIIF estean compostas por tres axentes e en Ourense non existan», critica el agente.