Sköll, el perro que encauzó la carrera laboral de su dueña

XIANA R. OLIVARES PONTEVEDRA / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

CEDIDA

Con sesiones de fotos gratuitas para las protectoras, Skölldog persigue facilitar la adopción animal

22 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace cinco años, Ale Rodríguez no tenía mascota. Tampoco pensaba en dedicarse a la fotografía. Hoy es fotógrafa animal profesional gracias a su pequeño mejor amigo, Sköll. «Él cambió mi vida en todo. Si hace cinco años me dices que me iba a dedicar a la fotografía animal, no te creería en absoluto», afirma Rodríguez.

De aquella iba de camino a buscar a un perro a una protectora de Ourense, cuando la llamaron para cambiar la fecha de acogida. Ella no tenía opción de ir otro día, así que puso rumbo a otro refugio que el día anterior había rescatado a dos cachorros de cinco meses y a su madre, tres criaturas que alguien había introducido en una bolsa para después tirarla al río. A partir del día siguiente, uno de esos cachorros llevaría el nombre de Sköll, y tendría una nueva vida al lado de su dueña.

Su corazón decidió de inmediato. «Fue el único que me vino a saludar y a llenarme la cara de besos», recuerda. «En cuanto llegó a casa, como era precioso, empecé a sacarle fotos», asegura. «Tenía la cámara, pero nunca la usaba. Me gustaba la fotografía, pero nunca pensé en dedicarme a eso». Todo empezó con una cuenta de Instagram para su propia mascota. «Pero empecé a subir fotos de los perros del parque, a la gente le gustaba y un día decidí dedicarme profesionalmente a ello hace dos años». Desde entonces han pasado por delante de su objetivo perros, gatos, periquitos y conejos. «Mi cuenta es ahora mi fotografía, Skölldog es mi marca», apunta.

Sesiones de fotos altruistas

Desde su primera visita a una casa de acogida animal cuando recogió a Sköll, la fotógrafa tuvo claro que quería colaborar con protectoras y refugios, que «hacen un montón por los animales y les dan voz y visibilidad a los que no pueden», valora. Parte de su trabajo consiste en preparar sesiones gratuitas de los animales maltratados y abandonados que acogen estos colectivos, una labor decisiva a la hora de adoptar, pues «los animales salen en adopción muchas veces gracias a mis fotos». Así, sus estampas contribuyen a embellecer esa «injusta primera impresión y ayudar a la difusión de estos animales para facilitar la adopción».

Ale Rodríguez nunca volvió a ver la vida de la misma manera desde que viajó a Ourense para darle un hogar a Sköll. «Yo era de esas personas que pensaba que la gente con perro es una exagerada, pero qué va», confiesa, «mi perro me cambió la vida muchísimo, descubrí un montón de cosas y ya no hay vuelta atrás». Inmersa de la noche a la mañana en una locura que se transformó en su rutina profesional, su trabajo es ahora un reclamo en toda la península. «Me llaman de Madrid, Málaga o Mallorca. No me esperaba que esto fuese tan rápido, la verdad es que me está yendo bastante bien», celebra. «Skölldog solo somos mi perro y yo», un tándem invencible que se dedica a viajar por España para las sesiones, eso sí, sin olvidarse de una visita obligada a alguna protectora de cada lugar al que van.