La visibilidad y la señalización son las cuentas pendientes de los pasos de cebra

edith filgueira OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Algunas zonas de la ciudad necesitan ser revisadas para disminuir la probabilidad de accidentes

26 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los pasos de cebra desdibujados por el tiempo y la falta de mantenimiento no son los únicos problemas respecto a la seguridad vial en la ciudad de Ourense. En diferentes zonas, transitadas por personas de todas las edades, el asfalto, la escasa o nula señalización y la falta de visibilidad suponen un problema para el correcto uso de la vía pública por parte de conductores y peatones.

Uno de esos ejemplos se encuentra en la calle Ervedelo. Cuando los vehículos que se desplazan por el carril derecho de Progreso giran para cruzar el puente del río Barbaña, se topan de golpe con un paso de peatones en la esquina y el semáforo intermitente encima del mismo, en lugar de unos metros antes para que sirva realmente como aviso de precaución. Esto hace que las frenadas sean bruscas. Además, el primer semáforo al que conductores y peatones llegan en la calle Ervedelo permanece en verde durante 50 segundos para los coches y tan solo durante 20 para los que pretendan cruzar, lo que hace que algunos desesperen y cambien de acera cuando el semáforo está en rojo. Esto mismo sucede en otros semáforos del centro de la ciudad, como en el ubicado en la esquina de la avenida de la Habana y la calle Juan XXIII.

Otro de los puntos conflictivos es la avenida de Santiago. Los automóviles que entran a la ciudad por la carretera nacional lo hacen sin llegar a disminuir adecuadamente la velocidad, por lo que la plataforma Stop Accidentes ha planteado la opción de poner pasos de cebra elevados.

La avenida Buenos Aires y la avenida de Zamora acumulan quejas vecinales continuamente por los vehículos aparcados en doble fila que dificultan el tránsito normal y obligan a los autobuses a invadir el carril contrario para continuar su ruta.

En las inmediaciones del colegio Virxe de Covadonga la acera es excesivamente estrecha y su estado es pésimo. Además, la señalización anterior a la zona escolar es escasa y debería advertirse más de que es frecuentada por niños.

La falta de visibilidad hace que los que caminan y los que van al volante se lleven algún susto de vez en cuando. Es el caso de los que usan los pasos de peatones de la calle Peña Trevinca (frente a la estación de ferrocarril) en los que el estacionamiento en los márgenes no permite otear con claridad si hay alguna persona empezando a cruzar. En uno de ellos el cambio de rasante añade peligrosidad. Los contenedores también restan visibilidad en todos aquellos puntos en los que están ubicados antes de un paso de cebra. En la calle Ramón Cabanillas, a la salida del colegio Maristas, el lugar para cruzar está pintado a continuación de una hilera de estacionamientos en batería y unos contenedores, de manera que los conductores no pueden ver a viandantes que quieran cruzar.