Afiadores

Luis Manuel Rodríguez González
Luis M. Rodríguez A BOTE PRONTO

OURENSE CIUDAD

21 jun 2017 . Actualizado a las 18:24 h.

Queda mal eso de exagerar e el halago, porque fácilmente se convierte en peloteo. Pero viene a cuento hoy hablar de Luis Soria Montero. Y tratándose de un hombre que ya ha dejado atrás los ochenta, ¿qué no habrá oído el paciente entrenador?

Porque en este Ourense de tradiciones ya nos hemos acostumbrado a la clausura del curso del colectivo de los técnicos de fútbol Afiador, quizás uno de los más estables gracias a que Luis -ni siquiera quiere que lo llamen don Luis- sigue aglutinándolos a todos, manteniendo esa cohesión necesaria para seguir dando pasos al frente.

Soria siempre ha sabido rodearse de buena gente y si tiene que tirar por ellos, pues también los espabila un poco, porque -con achaques y todo- el viejo maestro sigue haciendo gala de una vitalidad envidiable. Hace unos años, nos confesaba en una entrevista previa a su homenaje que se sentía nervioso. «No sé si procede», argumentó entonces. Temporadas más tarde, Afiador sigue ofreciendo ponencias de vanguardia. Ya no solo con colegas del más alto nivel, sino con profesionales que pueden ir desde periodistas a psicólogos, cubriendo todo el abanico de las parcelas que rodean al balompié moderno.

Y es que quizás el Luis Soria que se sentó en el banquillo de la añeja AD Couto tuviera muy poco que ver con el fútbol de hoy en día, pero al fin y al cabo una pasión es una pasión y nadie como un veterano para contagiarla. Sobre todo si su cerebro y -en especial- su corazón van cada vez más rápido que sus piernas. La de ayer fue otra buena noche de fútbol ourensano. Ojalá queden muchas más.