Las baldosas piden a gritos una ayuda

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

Vecinos de las calles que serán arregladas por la Xunta dudan que la aportación sea suficiente

11 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las baldosas de las aceras de la ciudad de Ourense piden una revisión a gritos. No es algo puntual, sino que se trata de un mal endémico que se reparte por toda la ciudad. Los parches que se van ejecutando no sirven para un problema de fondo que necesita de una fuerte inversión para su puesta al día. La semana pasada Concello y Xunta anunciaron un acuerdo para que la Administración autonómica invierta 60.000 euros en reparar 11,5 kilómetros de calles de titularidad autonómica. En el lote afortunado se encuentran calles céntricas como Progreso o Concordia y otras de barrio como avenida de Zamora, río Arnoia, As Caldas o carretera de A Granxa.

Un chequeo por estos puntos lleva a una rápida conclusión: la inversión se antoja escasa. Así lo constatan los vecinos. Es el caso de Francisco Atanes Franco, que transita en silla de ruedas. «Quiero dar la queja de cómo se encuentra la avenida de Zamora. Yo pago mis impuestos, que los tengo todos al día, y la calle está hecha un desastre. Tiene un montón de lagunas en las aceras y una de los trozos de la travesía me lanza de la acera hacia la carretera. Tengo que vigilarme siempre mucho para que la silla no me lance hacia los coches». En efecto, la avenida de Zamora es del lote de calles que arreglará la Xunta una de las que presenta un peor aspecto. Hay otros puntos, como Bispo Lourenzo, en el barrio de O Couto, donde el problema es más profundo, ya que hay tramos que carecen de acera. Donde hay baldosas, la maleza le come el terreno a los vecinos.

La calle río Arnoia, en el barrio de O Vinteún, también ofrecerá trabajo a los operarios. Dejando a un margen el amplio tramo del vial que carece de aceras, donde existen se mezclan las losetas con el asfalto puro y duro dejando una imagen poco agradable para los viajeros, además de un riesgo para las personas que transitan con movilidad reducida.

En el centro de la ciudad, los trabajos serán en principio más sencillos. Así, por ejemplo, en la calle Progreso las losetas en mal estado se cuentan con los dedos de una mano, ya que la calle fue renovada hace escasos años por la Xunta, en una actuación que también sirvió para mejorar las aceras. Aún así Luis Manuel Rodríguez, vendedor de la ONCE en la esquina con Juan XXIII. «Estoy aquí muchas horas al día y hay mucha gente que tropieza en una baldosa que está rota. Hay una diferencia de desnivel importante», explicó el vendedor.