«La historia de la novela se mueve en el lado oscuro del mundo de la moda»

x. m. r. OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Miguel Villar

El ourensano, afincado desde hace años en Lisboa, presentó su libro en El Cercano

09 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Luis Carballo (Ourense, 1966) regresó a su ciudad para presentar su primera novela. Vinculado históricamente al sector de la moda, su padre creó hace años la mítica campaña de La arruga es bella para Adolfo Domínguez, decidió abandonar el sector y apostar por centrarse en proyectos relacionados con su faceta creativa. Actualmente vive en Lisboa, donde abrió La Taberna Moderna, y ayer estuvo en El Cercano para presentar Lluvia sobre París.

 -¿Es su primera incursión en la narrativa?

-Sí y no. Es mi primera novela en serio.

-¿A qué se refiere?

-Siempre me gustó escribir y donde me muevo a gusto es en el relato. En este caso todo empezó con uno con el que me entusiasmé, y que me enganchó desde el principio, acabando por convertirse en una novela. Y es la primera que publico.

-¿Qué cuenta «Lluvia en París»?

-Es una historia que se mueve en el mundo de la moda, que se desarrolla fundamentalmente en París, y que luego toca otras ciudades y escenarios por Barcelona, Lisboa y Cabo Verde. Transcurre en la parte oscura del sector, de los negocios y de las relaciones. Se habla de la moral de las instituciones empresariales, de las personas, de la ética y se cuestiona un poco eso. Dependiendo de los valores morales de cada lector, se verá de una manera o de otra.

-¿Tiene base real?

-No. Es un thriller donde hay una serie de personajes destacados -no existe alguien que juegue un papel protagonista sino que dicha circunstancia recae en un grupo de ocho o diez personas- que se van enredando y complicando, al tiempo que afrontan situaciones bastante complejas y se ven obligados a utilizar todos los recursos para salir adelante. Y volviendo al principio: no tiene base real, es una ficción realista en la que, lógico, la experiencia aporta claves, conocimientos y escenarios.

-¿Aborda el lado oscuro de la moda que se convierte cíclicamente en noticia?

-Debe haber muchos lados oscuros de la moda. El que yo he creado y escrito es ficción, aunque es algo sobre lo que siempre pensé y creí que podía existir. En este caso es una zona de sombra que afecta a la gente que trabaja en el sector, los modelos, y que tiene mucho que ver con la ética, la moral, los valores, con lo de aceptar y no aceptar... es algo que puede ser real, ocurrir, o no haber ocurrido. Aunque es mejor leer la obra para saber a lo que me refiero. El juicio de valor le corresponde al lector.

-Aunque no quiera entrar en el entramado de «Luvia en París» ¿Cómo le resumiría la obra a ese potencial lector?

-Todo comienza con una historia de amor, la de un fotógrafo que se enamora de una modelo, y que tras el flechazo trata de hacer realidad esa ilusión. Y por el medio se mete todo lo que forma parte del sector de la moda -el trabajo, las revistas, los diseñadores, los estilistas...- y después hay agentes externos, que son empresarios de la banca, potentados rusos del sector energético que se van implicar en la trama y afectar a lo que es el miedo psicológico de cada personaje. Es un enredo de todos ellos.

-¿Eligió el sector por el conocimiento de causa?

-Durante mucho tiempo fue mi vida. Empecé trabajando con 21 o 22 años en la empresa familiar, Luis Carballo Publicidad, y desde abajo me fui implicando en todos los apartados: publicidad, fotografía, textos para campañas y, de forma destacada, en el mundo de la moda. Fueron los años en los que desarrollamos el plan de márketing para el sector textil gallego y eso me dio pie a viajar por los escenarios que entonces eran la referencia: Londres, París, Barcelona, Madrid y Milán. Estamos hablando de Galicia Moda y de los años 80 y 90.

-Dejó el sector y Vigo para crear La Taberna Moderna en Lisboa. A juzgar por las críticas y las valoraciones acertó de pleno.

-Creé un proyecto como si fuera para un cliente, combinando gastronomía -siempre fui un cocinillas- y un espacio para recibir a las personas y tomarse una copa. Salió muy bien y se comunicó de tal forma que nos dieron el premio al restaurante del año en Lisboa antes de nuestro primer cumpleaños.

-¿Mantendrá la carrera literaria?

-Soy una persona creativa y siempre estoy en algún proyecto. Sigo escribiendo relatos por las mañanas y me gusta la imagen. Tengo mucha fotografía de calle y seguiré publicando, exponiendo mi trabajo y desarrollando nuevas iniciativas. Seguro.