Traía varios kilos de drogas a Ourense y acepta cinco años de prisión sin discutirlo
OURENSE CIUDAD
Otros dos acusados de trapicheo a pequeña escala se enfrentan a peticiones de pena de cuatro años por parte del ministerio fiscal
26 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Un trabajo realizado en agosto del 2015 por el grupo de estupefacientes de la comisaría de Ourense, cuyo trabajo puso en entredicho meses después la Unidad de Asuntos Internos a causa de unos anónimos enviados desde las instalaciones de As Lagoas que son objeto de una causa por calumnias o injurias, se cerrará judicialmente con una condena al entonces detenido. El implicado, un vecino de O Grove de 39 años, José Luis P. B., había sido sorprendido con más de dos kilos de hachís y dos kilos de cocaína en el cruce de la calle Progreso con Ervedelo. Llevaba la droga oculta y repartida en distintos paquetes entre la zona del motor y el maletero. La policía sospechaba que traía la droga desde la costa para su venta y posterior distribución en Ourense. Lo esperaron y cayó. Señalado el juicio para el jueves de la próxima semana, la vista se limitará, salvo imprevistos, a la ratificación del acuerdo de conformidad ya suscrito con la fiscalía, que se traducirá en una condena de cinco años de cárcel en vez de los siete solicitados inicialmente.
La droga intervenida al acusado, que había tenido en la operación un papel de mero transportista a cambio de una recompensa, tendría un valor de mercado de 11.500 euros en el caso del hachís, mientras que la misma cantidad de cocaína, convenientemente adulterada y distribuida en dosis para su venta a los consumidores, hubiera generado un negocio de 195.000 euros.
La detención de José Luis P. B. el día 31 de agosto del 2015 se había complementado con un registro en su domicilio de O Grove, donde aparecieron 1,3 gramos de cocaína y 16.4 gramos de hachís.
Menudeo en San Francisco
El otro asunto de tráfico de drogas que verá la Audiencia la próxima semana sentará en el banquillo a Víctor F. F. y María José P. R. por su presunta dedicación al menudeo desde una vivienda de la calle San Francisco. La policía había constatado los movimientos de presuntos consumidores. Acudían para comprar heroína.
Un registro domiciliario, en mayo del 2016, había permitido localizar cantidades menores de heroína y hachís, una libreta de anotaciones y 113 jeringuillas, aparte de otros efectos -rollos de papel de aluminio, boquillas, un colador, una maza y un mortero- que generalmente se asocian a la labores de preparación de droga para posterior venta. El detenido tenía ocultos dos envoltorios con restos de cocaína y heroína en sus calzoncillos.
La fiscalía pide cuatro años de cárcel para cada acusado.